Uno de los epicentros comerciales de la ciudad de Santiago de Compostela lo encontramos en su plaza de abastos, punto neurálgico de venta de producto fresco y de temporada que abre de lunes a sábado en horario de mañana para locales y visitantes.
Para comer y para comprar
Desde el año 1941 lleva el mercado de abastos de Santiago siendo epicentro de ventas en la zona vieja de la ciudad, en plena rúa das Ameas. Es este un punto de referencia al que debes acudir sin ninguna duda si quieres comprar pescado, moluscos, marisco y cualquier otro producto de mar fresco traído desde los principales puertos gallegos. También puedes encontrar producto de temporada como frutas y verduras, además de sección de carnicería, charcutería y quesos.
No podemos olvidarnos tampoco de lo que se conoce como la nave de restauración. Y es que en el mercado de abastos de Santiago de Compostela cuentan también con la nave 5, la que está repleta de negocios en los que pararte a comer en sus barras o en las mesas centrales y compartidas. Abiertas en horario de mañana para comidas de lunes a sábado hasta las 17 horas, la zona de restauración del Mercado de Abastos cuenta con locales para comer producto típico gallego, producto de mar como el marisco o las ostras, pulperías, un restaurante japonés o uno de cocina tipo wok.
A esta oferta de restauración interna del mercado se unen todos los locales del entorno de la plaza en forma de casetas en la parte exterior del reciento y que también sirven muchos de los productos frescos que se venden en el propio mercado.
Competencia de la Catedral
Está claro que en volumen de visitantes y como atracción turística estrella de la capital gallega no hay nada ni nadie que pueda competir con la catedral de Santiago. Pero si hay una instalación que puede ponerse cerca en número de visitas al año ese es el Mercado de Abastos, el segundo lugar más visitado de todo Santiago de Compostela.
El diseño de la Plaza de abastos es una obra moderna a cargo de Joaquín Vaquero Palacios, un edificio integrado en pleno casco histórico. Se empezó a construir en el año 1937 y no se concluyeron las obras hasta el 1941 en el que el actual edificio fue inaugurado. Es un conjunto de granito compuesto por ocho naves e inspirado en los edificios románicos gallegos.
Aunque el edificio es más moderno, la actividad concentrada en un lugar es anterior. Ya en el siglo XIX, concretamente en el año 1837 comenzó la tradición del actual mercado en el que se trató de localizar en un punto techado toda la venta ambulante que antes los comerciantes hacían al aire libre por las plazas del centro.