Cerca de la frontera entre Galicia y Asturias se construyó el puente colgante de Riodeporcos, una estructura que conecta dos regiones: A Fonsagrada e Ibias, sirve para cruzar el río Navia.
Hacia la aldea de Riodeporcos
Este puente peatonal de unos 80 metros de longitud y unos 20 metros sobre el río Navia permite acceder a la apartada aldea de Riodeporcos. Con su pasarela de madera sostenida por una estructura metálica, este puente se balancea sutilmente al caminar, añadiendo una pizca de emoción a la travesía. Sirve como único acceso a Riodeporcos, un tranquilo enclave donde la vida transcurre pausada. Pocas familias se dedican a la agricultura y la ganadería, conservando tradiciones en sus casas de piedra y pizarra, algunas con palomares y bodegas. La aldea alberga una capilla dedicada a San Roque, con un pintoresco pórtico y una barrotera que cierra el muro.
Este puente, instalado hace más de cuatro décadas, no solo es el acceso a esta aldea, sino también el punto de partida hacia el desfiladero de Bustelín, una de las rutas más hermosas del entorno, ya en zona asturiana. El desfiladero, esculpido por el río Bustelín, revela una rica biodiversidad en un entorno natural protegido. Con vistas panorámicas de montañas y bosques, este desfiladero ofrece un espectáculo visual impresionante, acogiendo una variada flora y fauna.