El Puente de Rande es la infraestructura más famosa de la ría de Vigo. Por el circula la autopista de pago AP-9, que une las ciudades de A Coruña y Vigo. Es un puente que comunica las ciudades de Moaña y de Redondela y cruza la ría y habilitado únicamente para el tráfico rodado. Dispone de seis carriles, cuatro por el centro y dos adicionales por la cara externa de los pilares.
¿Cómo es el puente de Rande?
El Puente de Rande tiene este nombre por la parroquia de Rande, en Redondela, que se encuentra próxima. Es un puente de tirantes hecho en hormigón y que mide más de kilómetro y medio (1558 metros).
La estructura del puente se puede dividir en tres partes. Los dos viaductos de acceso de los extremos y el puente metálico que ocupa la zona central. Los pilares sobre los que descansan los tirantes tienen una altura sobre el nivel del mar de 128 metros y están cimentados en el fondo rocoso de la ría. La luz del tramo central del puente es de unos 400 metros y la carretera está 48 metros de altura con respecto a las aguas de la ría de Vigo. Las luces de los laterales son de 147 metros. Los cuatro carriles centrales tienen un ancho en conjunto de los 23,5 metros.
A finales del año 2017 el Puente de Rande consolidó una ampliación que llevó casi tres años de trabajo. La ampliación del puente apenas afectó a su diseño original, pues la idea era no afectar al tráfico habitual del puente y consolidar un carril adicional en cada dirección por el lado externo a las pilas del puente. Esta obra convirtió a la estructura en el primer puente atirantado en ser ampliado en todo el mundo.
Historia del Puente de Rande
El Puente de Rande se inauguró al tráfico en febrero del año 1981. Su diseño está vinculado a los nombres de Alfredo Passaro, Florencio del Pozo y Fabrizio de Mirandas como los ingenieros encargados del proyecto. Su trabajo les valió para recibir la distinción en 1979 al Premio Europeo a la Construcción Metálica más Destacada. No en vano, el puente era en la época el mayor puente atirantado del planeta.
Las obras para levantar el puente de Rande comenzaron en el año 1973 y se prolongaron por cuatro años. Hubo que esperar algunos más para que los accesos y comunicaciones con el mismo pudiesen permitir su uso, ya en el 81. La construcción tuvo un coste de 3658 millones de pesetas (casi 22 millones de euros).
Hoy en día esta es una de las principales carreteras de Galicia y se contabiliza un paso diario de más de 50.000 coches por el puente a pesar de tratarse una carretera de peaje. Tal tráfico diario es lo que motivó en gran parte su ampliación, que se aprobó en 2011.