-
El cabo de Fisterra es un lugar milenario de frecuentes visitas, destino de muchas rutas. Este lugar ya fue conocido por los romanos, ellos dieron nombre a este lugar: "Finis Terrae", pues las vistas desde este punto eran al infinito, no se veía más tierra, solo mar y nubes al final del camino alcanzado por la vista. El Faro de Fisterra es el que se encuentra en la zona más al oeste de todo el continente europeo y sirve para guiar a los barcos en una zona muy rocosa y peligrosa en su proximidad. Este punto es también escogido por muchos peregrinos para finalizar el Camino de Santiago.
-
El Faro de Cabo Vilán está situado en plena Costa da Morte, a 5 Km. Del centro de Camariñas, es de gran importancia en este punto de la costa dada la peligrosidad de la navegación en esta zona. Fue el primer faro eléctrico de toda España y su construcción se hizo más que necesaria por los numerosos y trágicos naufragios que hubo en la zona. Uno de ellos, el del buque inglés Serpent, produjo 172 víctimas mortales.
-
El Cabo de Touriñán, en el municipio de Muxía, se adentra de forma decidida en el Atlántico. Los constantes vientos que soplan junto a este brazo de tierra en el mar transforman a este paraje en un lugar todavía más inhóspito, pero de gran belleza y peculiaridad. El toxo, el granito y la imponente torre de hormigón pintada en blanco que conforma el faro de Touriñán es lo que predominan en este cabo, el punto más occidental de toda la península ibérica.
-
Las islas Sisargas son un pequeño archipiélago formado por tres islas que se encuentra frente a Malpica de Bergantiños. El archipiélago está formado por Sisarga Grande, Malante y Sisarga Chica, y una serie de islotes circundantes como Chalreu y Xoceiro. Las islas son en su mayoría de naturaleza escarpada. En una de estas islas encontramos el faro que sirve de guía a los navegantes que surcan la zona.
-
El Faro de Roncudo, situado en el cabo del mismo nombre, se encuentra situado en el municipio de Ponteceso, muy próximo a la parroquia de Corme. El faro, de gran sencillez, mide 11 metros y está situado en un paisaje agreste rodeado de rocas de granito. Comenzó a funcionar en el año 1920. Este es un lugar destacado en la gastronomía gallega pues de la zona surgen los más conocidos percebes de Galicia.
-
El último faro construido en Galicia es el Faro de Nariga, en Malpica, Destaca por ser el faro más joven y el más llamativo debido a la rareza de su edificación. Mide 50 metros de altura y fue diseñado por al arquitecto gallego César Portela en el año 1995. En su estructura inferior, con forma de proa de barco, llamaba la atención una escultura de bronce diseñada por Manolo Coia y que se conocía como el Atlante, aunque fue robada en 2022 y se va restaurar.
-
El Faro de Laxe es un pequeño faro casi similar al de cabo Roncudo que fue construido en el año 1920. Está situado en un bonito entorno y hasta él se puede llegar haciendo una ruta para disfrutar de las vistas que recorre el entorno del Monte Ínsua. En las inmediaciones se encuentra la estatua "A Espera" y una curiosa área recreativa con mesas y bancos colocados a modo poblado castrexo.
-
El faro de Muxía se encuentra en Punta da Barca, en las inmediaciones del santuario. Aunque no destaca por su tamaño ni belleza, sí está situado en un entorno espectacular desde donde se puede observar cabo Vilán. Aunque fue construido en 1898 su torre fue sustituida en 1981. El faro de Muxía es una de las paradas de la conocida ruta de los faros.
La Costa da Morte es una zona que le debe su nombre precisamente a la peligrosidad de sus aguas por lo complejo que resulta navegar en las mismas. No son pocas las catástrofes marítimas que se protagonizaron en sus aguas y por eso se hace imprescindible para las embarcaciones contar con una guía que le sirva de orientación en momentos de baja visibilidad, los faros. Alrededor de la figura de los faros se ha construido toda una ruta para ir conociendo la Costa da Morte, una atracción turística más de este bello lugar de Galicia.
Desde Malpica hasta Fisterra
Comenzamos la ruta en la localidad de Malpica, donde nuestra primera parada será el Faro de las Islas Sisargas. Estas tres islas forman un pequeño archipiélago que se encuentra frente a la costa de este municipio y que son Zona de Especial Protección para las Aves. Su faro fue levantado en el año 1853 y es el único que se debe observar en la ruta de los faros desde la distancia al estar en una de las islas, si bien hoy ya es posible incluso acercarte hasta él con algún viaje organizado.
Sin salir de Malpica, la siguiente parada la vamos a hacer en el Faro de Punta Nariga. La belleza de este faro reside en su modernidad, pues hablamos de una construcción que nada tiene que ver con la historia de otras construcciones de la ruta de los faros de A Costa da Morte. El faro de Punta Nariga fue levantado en piedra en el año 1995 y en su diseño se ha pretendido simular la proa de un barco. La escultura de El Atlante ubicada junto al faro es otro de sus reclamos.
La tercera parada la hacemos ya en un nuevo municipio, en Ponteceso. Aquí conoceremos el Faro de Cabo Roncudo. Es un faro de forma cilíndrica y de 11 metros de altura que está cubierto de azulejos azules. Su hermano gemelo, pero en color blanco, es la cuarta parada de la ruta; el Faro da Laxe.
Llegados al ecuador de nuestra ruta, seguimos hasta Camariñas por la costa para llegar hasta el Faro de Cabo Vilán. Una preciosa torre de piedra que luce en un montículo de roca en medio de un ambiente espectacular. Si quieres aprender más sobre lo peligroso de esta costa, junto a él encontrarás el Centro de Interpretación de naufragios, faros y señales marítimas.
Nos vamos ya hasta Muxía para conocer el Faro de Muxía, también conocido como Faro da Punta da Barca por encontrarse junto al santuario de A Virxe da Barca. Es precisamente el entorno su mayor atractivo, pues el faro en sí es simplemente una pequeña baliza de color blanco que emite su luz hacia el mar.
La recta final de esta ruta de los faros de la Costa da Morte la encaramos viajando hasta el Faro de Cabo Touriñán, también en Muxía. De nuevo hablamos del entorno y los acantilados como algo para pararse a observar, si bien este faro destaca por ser el punto más occidental de la Europa continental.
Y el final de la ruta, aunque puede trazarse a la inversa, no puede ser otro que Fisterra, el final de la tierra. El faro de Fisterra es el punto final de muchos caminos, no solo de esta ruta sino también del propio Camino de Santiago, pues muchos peregrinos terminan su ruta con tres días más de camino desde la catedral hasta este faro. Se trata de un faro de mediados del siglo XIX que se alza a casi 140 metros de altura y que ofrece unas vistas incomparables de la inmensidad del océano y las puestas de sol sobre él.