IglesiasUno de los templos religiosos referencia de la localidad de Tomiño y lugar de romería el último fin de semana del mes de julio es el Santuario de San Campio de Lonxe, ubicado en la parroquia de Figueiró. Es un templo al que acuden muchos devotos llevados por la fama milagrosa curativa del santo.
Arranque del siglo XIX
El santuario de San Campio de Lonxe o San Campio do Monte fue levantado en el año 1804 y está encomendado a San Antonio de Padua.
Estructuralmente la iglesia tiene como partes más relevantes las estilizadas torres-campanario y las fachadas, así como el cruceiro y la fuente que se encuentran en el exterior.
Si nos adentramos en el santuario nuestra vista debe dirigirse hacia el altar mayor en el que vemos la imagen de San Campio, santo que da nombre al propio templo y que aparece representado en una talla del siglo XVII. Hay cuatro altares más, todos laterales en varias capillas alrededor de la nave central. La capilla en la que se depositan las velas y las ofrendas y la penitencial son las más importantes por volumen y belleza de tallas. En referencia San Campio se encuentra en el templo un relicario que dicen que contiene un hueso del patrón.
La iglesia fue objeto de diferentes reformas y modificaciones, algunas al final del propio siglo XIX (entre 1871 y 1874) y otras ya más cercanas a la actualidad, las últimas en el año 1993.
La leyenda
La leyenda del templo de San Campio de Lonxe procede de las facultades curativas que se otorgan al santo protector de este templo. Hasta él acuden devotos para sanar enfermedades de todo tipo. Tanto de cuerpo como de espíritu, pues todavía hoy se dice que la sacristía es un lugar en la que se realizan exorcismos.
El ritual de imploración por la curación consiste en la ofrenda de una figura de cera que tendrá diferente forma o tamaño en función de aquello que se deba curar. Hay también una vieja costumbre de ofrenda en la que históricamente se le donaba al santo en señal de respeto y agradecimiento el peso del devoto en sal o en cereales.
Hasta este templo también solían acudir los militares en busca de protección en sus misiones con el ejército. Y es que San Campio era un soldado romano que fue condenado por convirtiese al cristianismo y por ello se convirtió en mártir y protector de los solados, que entregan su corbata al santo en ofrenda a cambio de protección. La tradición indica además que estos devotos deben llegar a pie y desde lejos a hacer su ofrenda. De ahí el apelativo de "de lonxe" en el nombre del santuario.
