La Torre de Guimarei se encuentra situada en el municipio de A Estrada. Puede visitarse en la parroquia de San Xiao de Guimarei, a un kilómetro escaso del casco urbano de la villa de A Estrada. Hablamos de uno de los edificios históricos de mayor relevancia del municipio e incluso está representado en el escudo de la ciudad. Está declarada Bien de Interés Cultural.
¿Cómo es la torre de Guimarei?
La torre de Guimarei constituye el último resto de un castillo medieval que fue destruido por los irmandiños en el siglo XV. La fortificación mide 10 metros de alto y está en un estado de mala conservación. Es de planta cuadrada y data del Siglo XII. Es de carácter defensivo y cuenta con gruesos muros y en la parte superior de cada ángulo la figura de un cañón en piedra a modo de gárgolas.
En su origen la torre contaba con tres pisos, por lo que era más alta que lo que hoy se puede ver. Está asentada en un saliente rocoso sobre el que se cimentaron unos muros de piedra anchos y fuertes que componían una robusta estructura defensiva. En las inmediaciones se pueden encontrar indicios de lo que antiguamente podían ser las murallas adyacentes al castillo. Más que una fortaleza defensiva podría ser más bien una residencia fortificada.
El pazo
El entorno de esta la torre fue ocupado posteriormente en el siglo XVII por un pazo de estilo barroco de planta rectangular que está abandonado y en ruinas en la actualidad.
El pazo fue adosado en el siglo XVII, es decir, dos siglos después de la destrucción de la construcción medieval. Es de planta baja y techos abovedados con piedra labrada. La puerta principal está presidida por un escudo y bajo el frontón se encuentra otro escudo con armas.
El primer propietario del pazo fue el Señor del Villar de Payo Muñiz y prueba de ello es el escudo de armas mencionado anteriormente. También en el escudo se pueden ver las armas de los Sarmiento, Mosquera y Aranda además de los Villar.
Actualmente el estado de este símbolo de la ciudad de A Estrada es motivo de polémica municipal. El motivo no es otro que el conflicto abierto entre los propietarios y el propio concello, ya que el último comprador del lugar, Luis Carlos Boullosa Gastañaduy falleció en 2009 sin que sus herederos se hiciese cargo de mantener el lugar. Tal es su estado de abandono, que el complejo se encuentra desde el año 2016 en la lista roja del patrimonio español en peligro del colectivo Hispania Nostra.
La propiedad fue víctima de un incendio y actualmente se encuentra en proceso de mejorar en algo de su mal estado, tanto en lo referente al edifico como al bosque de castaños y carballos que lo rodean, con labores de desbroce y de mantenimiento de los espacios adyacentes.