La Torre de Sande, en el concello de Cartelle, se ubica sobre una elevación a 506 metros sobre el nivel del mar. A pesar de su importancia histórica, la torre se encuentra en un estado deplorable, enfrentándose a la amenaza del tiempo y la negligencia. No en vano, este monumento medieval está catalogado como Bien de Interés Cultural. Desde las alturas de esta vieja torre levantada por razones estratégicas defensivas, se domina los valles de los ríos Miño y Arnoia.
Del siglo XV a la actualidad
El origen de la torre de Sande se remonta a 1441, cuando el rey Alfonso VII de León y Castilla y la reina Bereguela de Barcelona la donaron a los abades del monasterio de San Salvador de Celanova, quienes se convirtieron en marqueses de la Torre de Sande. Esta estructura fue testigo de numerosos conflictos a lo largo de los siglos, incluidos enfrentamientos entre los abades y los descendientes de los Sande, así como batallas entre Fernando II de León y el rey portugués Alfonso Henriques.
A lo largo de los años, ha habido intentos de restaurar la torre, pero los esfuerzos han sido en vano debido a la falta de apoyo financiero y la disputa sobre la propiedad del monumento. Aunque la familia Reza reclama la propiedad de la torre, la comunidad local ha luchado por su recuperación, enfrentándose a obstáculos burocráticos y financieros.
A pesar de su estado actual, la Torre de Sande sigue siendo un punto de interés turístico, declarada de Interés Turístico Nacional en 1949. Su historia rica y su arquitectura única la convierten en un destino fascinante para aquellos interesados en explorar el pasado medieval de Galicia.
Sin embargo, la falta de acción para preservar este importante patrimonio histórico pone en peligro su existencia futura. Existen movimientos para que se tomen medidas urgentes para restaurar y proteger la Torre de Sande antes de que sea demasiado tarde y se pierda para siempre en el paso del tiempo.
¿Cómo es la torre?
A pesar de su tumultuosa historia, hoy en día solo queda en pie la torre de homenaje, construida con bloques de granito y de unos 13 metros de altura. Se cree que fue erigida en el siglo XIV en un estilo gótico tardío. La torre es de planta rectangular con 6.4 metros por 5.8 metros de lado.
Aunque ahora en ruinas, todavía conserva elementos arquitectónicos interesantes, como un arco de vuelta perfecta en la puerta de acceso y una pequeña piedra con el escudo de armas del linaje de los Sande en la parte superior. Su ruina y abandono llegaría a partir del siglo XIX.