El Viaducto de A Chanca es una obra de arquitectura civil de más de 150 años de historia que se encuentra en la ciudad de Lugo. Todavía hoy sigue en uso, aunque el trazado y la estructura tuvieron que adaptarse a los tiempos del ferrocarril moderno.
Siglo XIX
El Viaducto de A Chanca comenzó a construirse en 1871 y supuso la tercera obra ferroviaria más importante en la España de la época. Lo obra se finalizó tres años después y en agosto de 1879 lo cruzó el primer convoy. Pedro Antonio de Mesa Arroquia y el ingeniero de obra Ángel García del Hoyo fueron los cerebros pensantes de este proyecto.
El primer tren que comunicó Madrid con Lugo en 1883 tenía este viaducto como una de sus zonas de paso. En total se invirtieron dos millones y medio de reales para financiar este puente ferroviario que tuvo como mano de obra a los propios vecinos del barrio.
La longitud del puente es de 297.9 metros y llega a alcanzar una altura máxima de 29.1 metros. Se divide en dos estribos y tres pilas-estribo, con cuatro grupos de cinco arcos cada uno. La estructura es de sillería de pizarra y de otros materiales propios del entorno lucense.