La Virgen de la Roca es el monumento más conocido del municipio de Baiona. Se trata de una estatura de unos 15 metros de altura situada en lo alto del monte Sansón, que se eleva a unos 90 metros por encima del nivel del mar.
Desde lo alto se puede disfrutar de unas vistas privilegiadas de todo el municipio de Baiona, uno de los principales a nivel turístico de las Rías Baixas.
La historia de la estatua
La estatua de la Virgen de la Roca fue construida por el arquitecto gallego Antonio Palacios sobre las rocas del monte Sansón. El monumento fue inaugurado el 14 de septiembre del año 1930, pero su construcción arrancó dos décadas antes, concretamente el 18 de septiembre de 1910, cuando se colocó la primera piedra. A pesar de los 20 años de trabajo, la obra se dio por finalizada sin realmente acabarse con todo el diseño que había hecho Palacios para ella.
El ingeniero Laureano Salgado Rodríguez fue el promotor detrás de esta obra. Se realizaron numerosos eventos para recaudar dinero para la financiación de la obra, incluido uno promovido por la Reina Victoria Eugenia de Battenberg, casada con Alfonso XIII.
La idea primera era la de convertir esta estatua en un faro, una posibilidad que se desechó enseguida al darse cuenta de que la misma podría ocasionar cierta confusión a los marineros.
Años más tarde junto a la Virgen se levantó un parque recreativo con un Vía Crucis, bancos y mesas de piedra y en el que se celebra el primer domingo de agosto una romería dedicada a la Virgen de la Roca.
¿Cómo es la estatua?
Es un monumento de 15 metros de altura tallado en piedra, concretamente en granito y con la cara y manos en mármol blanco. La corona fue construida en porcelana.
Como ya hemos dicho, la obra está diseñada por el porriñés Antonio Palacios, mientras que el encargado de modelar el rostro o las manos fue el escultor Ángel García Díez, natural de Madrid
El interior del monumento está hueco y se puede subir hasta el barco que la Virgen porta en su mano derecha a través de una escalera de caracol de piedra para contemplar las maravillosas vistas de Baiona y la Ría de Vigo. En días despejados se pueden ver perfectamente las Islas Cíes.