Todos los miembros, de la orden, estamos animados por un mismo espíritu y buscamos un mismo fin. En solidaridad y complementariedad, manifestamos la imagen de Familia propia de la Iglesia. Descubrimos un principio dinámico, una capacidad de renovación, de adaptación y de cambio del fundador.
Todos los miembros, de la orden, estamos animados por un mismo espíritu y buscamos un mismo fin. En solidaridad y complementariedad, manifestamos la imagen de Familia propia de la Iglesia. Descubrimos un principio dinámico, una capacidad de renovación, de adaptación y de cambio del fundador.