El río Oitavén, afluente del Verdugo, esconde grandes bellezas naturales. Para llegar es necesario aparcar el coche en el pueblo y continuar andando por sendero durante unos 10 minutos. Al lado de un molino veremos alguna poza natural en la que podemos refrescarnos.
El río Oitavén, afluente del Verdugo, esconde grandes bellezas naturales. Para llegar es necesario aparcar el coche en el pueblo y continuar andando por sendero durante unos 10 minutos. Al lado de un molino veremos alguna poza natural en la que podemos refrescarnos.