Tipos de suelos que puedes elegir para una casa

Dice el refrán que no se debe empezar la casa por el tejado. Esto quiere decir que las cosas se deben empezar a hacer desde abajo hacia arriba, porque la base es tan importante como lo más alto tanto en una casa como, en general, en todo en la vida.

Si nos centramos en el sentido literal de este dicho popular, lo más básico y primero que tenemos en una vivienda una vez están puestos todos los cimientos y levantadas las paredes es el suelo, aquello que sustentará todo lo que vendrá después. Pero suelos hay muchos y elegir el adecuado es a veces una tarea complicada, pues la variedad de alternativas estéticas es muy amplia. En esta entrada vamos a repasar todas las opciones que las empresas expertas en colocar pavimentos y suelos pueden ofrecerte.

Suelos de madera, nunca pasan de moda

Los suelos de madera son de esas cosas que nunca pasarán de moda. Aunque con el paso de los años los barnices o los tonos de la madera puedan haber cambiado o se apueste por unos listones diferentes a los de hace algunos años para el parquet, lo cierto es que todavía hoy muchas personas apuestan por la madera para habitaciones o salones, puesto que para baños o cocinas es menos recomendable.

La apuesta por la madera suele producirse debido a que no es un material frío y esto se agradece en los días de invierno. Se limpia fácilmente y se puede adaptar a cualquier estilo decorativo que tengas en la casa. Para cuidarlo simplemente hay que ser cuidadosos con no rallarlo y aplicarle algún tratamiento antihumedad que no le afecte.

Tarima, una de las opciones más escogidas

Las tarimas flotantes son una de las opciones más escogidas en la actualidad y muchas empresas viven casi en exclusividad de colocar tarimas flotantes en viviendas. Es lo mejor para imitar a la madera o la piedra sin necesidad de invertir en estos suelos naturales para los que conviene invertir más dinero. El mantenimiento de la tarima es muy sencillo y, en caso de que se deteriore una pieza, basta con sustituirla por otra. Puesto que se coloca encajando piezas como si de un puzzle se tratase.

Vinilo, una alternativa económica

Los suelos vinílicos son una de las opciones más económicas que ofrece el mercado y valen tanto para viviendas como para lugares en los que se busque una opción decorativa especial. Son de limpieza sencilla y muy fáciles de instalar. Tanto que los puedes colocar tú mismo sin ayuda profesional. La desventaja de este tipo de suelos es que se desgastan mucho si son muy transitados, aunque por el lado positivo es un tipo de suelo con altas capacidades aislantes.

Piedra, los más resistentes

Cuando hablamos de piedra lo hacemos de una amplia gama de posibilidades dentro de los numerosos suelos naturales que te ofrece el mercado. Puedes apostar por granito, por pizarra, por mármol… en todos estos casos estamos hablando de suelos de alta resistencia y de una vida útil más que interesante. Por la contra, es también cierto que son suelos de un coste alto en el mercado y que pueden resultar fríos.

Baldosas de porcelana o cerámica

Las baldosas son un clásico. Las hay de diferentes formas, materiales, colores y diseños. Hoy las vemos más en cocinas y baños, pero las hay pensadas para toda la casa. Cuando hablamos de baldosas nos referimos a suelos que pueden ser tanto de cerámica como de porcelana y de ello, junto al diseño y la casa comercial, también dependerá el precio final de su instalación.

Aunque la inversión en colocar baldosas pueda suponer un desembolso alto, lo cierto es que le ofrecerá un rendimiento realmente bueno y duradero gracias a su alta resistencia y lo fácil que es de limpiar y de mantener. Las baldosas son resistentes a la humedad, a la luz del sol en exteriores y también al transito diario.

La parte negativa es que los suelos de baldosa pueden resultar algo fríos, algo que solo será un problema en invierno y que se puede solucionar con alfombras.

Microcemento, un opción en auge en la actualidad

Se destapa como una opción interesante para personas que no puedan o no quieran gastarse lo que requiere colocar baldosas, piedra o madera y es un tipo de suelo muy resistente que te da una opción uniforme y lisa. El mayor problema de este tipo de suelo es que puede ser algo complejo de instalar, pero una vez hecho el mantenimiento y limpieza no puede ser más sencillo y tendrás un suelo a prueba de filtraciones.

Moqueta, un clásico

La moqueta es quizás una de las opciones más clásicas de este listado y que hoy ha quedado casi en desuso. Enmoquetar toda una casa como si fuese una alfombra uniforme era algo muy frecuente hace algunos años y esto se puede comprobar todavía hoy en muchos hoteles. Son una alternativa muy cálida y que le dará uniformidad al suelo de toda una casa. Eso sí, no es recomendable su uso en zonas húmedas como cocinas o baños. La nota negativa de las moquetas es que son complicadas de limpiar y que pueden acumular mucho polvo, algo perjudicial para las personas que sufren de alergia.