Los mejores tratamientos capilares para recuperar el cabello

Hoy en día los tratamientos capilares están a la orden del día. Cada vez florecen más clínicas especializadas en tratamientos capilares, injertos o técnicas especiales como las de crioterapia capilar. Hombres y mujeres se interesan por estos métodos modernos para conservar el pelo que tienen y también para recuperar una imagen de mayor pelo.

Hace algunos años eran muchos los que viajaban a Turquía como un destino preferente de turismo sanitario capilar. Hoy contamos con medios y clínicas suficientes en todas partes como para no tener que subirnos a un avión. En esta entrada del blog vamos a comentarte cuáles son los mejores métodos para recuperar el pelo que existen en el mercado.

Injertos capilares

La técnica más demandada y de la que más información se reclama cada día en las diferentes clínicas capilares que existen es la de los injertos. Se pueden hacer injertos tanto en la cabeza como en la barba y para ello es absolutamente imprescindible contar con una buena zona donante. Esto es importante tenerlo claro, porque no todo el mundo es apto para la técnica de los injertos. Sin una buena zona donante la operación no valdrá de nada y el pelo se volverá a caer.

Esta técnica consiste en recolocar pelo de la zona donante donde hay más densidad capilar para llevarlo o injertarlo en la zona de pérdida de cabello, es decir, en las comúnmente conocidas como entradas o calvas.

Existen diferentes tipos de injertos capilares según la técnica o si es un procedimiento más manual o con instrumental o tecnología robótica avanzada:

• FUE: Esta técnica es la de Extracción de Unidades Capilares y es la más avanzada. Es una cirugía poco invasiva en la que se extraen los folículos en grupos de 1 a 4 de una zona poblada para pasarlos a las zonas de mayor alopecia. La recuperación es rápida y no quedan marcas. Además, los resultados son definitivos.
• FUT: Esta es la técnica de Extracción de Unidades Foliculares con Tira. Es más invasiva que la anterior y en ella lo que se extrae no es un folículo, sino una tira de cuero cabelludo de entre 15 y 20 centímetros para reubicarla.
• DHI: Esta es una variante de la antes explicada FUE, pero que hacen uso de un instrumental quirúrgico distinto que no requiere de hacer incisiones en la zona de implantación capilar.

Crioterapia capilar

La crioterapia capilar es una metodología que se vale del frío como elemento para la recuperación del cabello. También es muy útil para la conservación del pelo que ya tenemos y la prolongación de su vida.

La aplicación de frío localizado y controlado consigue combatir las alteraciones de nuestro cuero cabelludo y ofrecer una imagen de nuestro cabello mucho más brillante, homogénea y sana.

Esta es una terapia poco invasiva e indolora que ofrecen cada vez más centros de belleza o clínicas capilares de todo el mundo.

Tratamientos farmacológicos

Hay otra serie de tratamientos para combatir la pérdida del cabello que son de consumo farmacológico. Los hay a base de pastillas de consumo por vía oral y en forma de viales o productos que se deben echar en el cuero cabelludo, tratando de que empape bien la zona y masajeándola para su mejor distribución. Hay productos también en forma de espuma o de champú.

Podemos encontrar remedios farmacológicos naturales, con vitaminas, minerales y aceites esenciales que estimulan el crecimiento y la buena salud del cabello, y otros más químicos que tienen el mismo objetivo.

Vida diaria

En nuestra vida diaria hay también una serie de hábitos que podemos tener para conseguir mantener nuestro pelo sano y fuerte. Una dieta equilibrada, rica en vitaminas y líquidos es esencial para que nuestra cabeza este sana y nuestro pelo brillante.

La buena higiene capilar es básica y para ello debemos cuidar nuestro cabello con productos buenos de limpieza y cuidado como champús, acondicionadores, mascarillas, etc. También acudir a las peluquerías con frecuencia a cortar el pelo y hacernos los tratamientos adecuados, así como escoger bien qué productos usamos cuando nos teñimos o hacemos alguna decoloración.

Por último, es también importante tener una buena salud mental. Las crisis de estrés o ansiedad también afectan a nuestra cabellera y es posible perder pelo a un ritmo acelerado ante situaciones de estrés laboral, ansiedad o depresión.