Endoterapia: el tratamiento más eficaz contra el picudo de las palmeras
Publicación: 21 de April de 2021, 11:15
El picudo rojo, este escarabajo de nombre impronunciable (Rhynchophorus ferrugineus), lleva años invadiendo las palmeras de Galicia. Desde su aparición al sur de la comunidad hace 9 años, ha ido avanzando hacia el norte infestando todas las palmeras que ha encontrando a su paso.
Este coleóptero tiene pautas muy marcadas, en cuanto llega a una palmera, la hembra, pone cerca de 300 huevos que eclosionan a los tres días.
Las larvas recién nacidas, taladran hacia el interior del cogollo. Allí, en el interior de la palmera, con el calor y protección que le proporciona, cada tres meses se desarrolla una nueva generación de picudo.
La dispersión del picudo puede alcanzar 7 kilómetros
Una vez infestada una palmera el picudo rojo no suele abandonarla hasta que ésta muere y ya no le proporciona sustento. En ese momento entre 500 o 1.000 individuos adultos salen en búsqueda de nuevos ejemplares. El 50% infestan los primeros 500 metros de distancia y el 50% restante pueden llegar hasta 7 kilómetros.
Una vez terminado el invierno y con la llegada de temperaturas más amables, comienza la época de vuelo del picudo rojo, es cuando abandonan los ejemplares muertos o muy dañados en búsqueda de nuevos. Desde abril a octubre tienen lugar los desplazamientos del insecto y es la principal razón por la que se desaconseja la poda de palmeras entre febrero y octubre, ya que los cortes de las hojas desprenden una hormona que atrae a las hembras en vuelo.
Deterioro de las palmeras cada vez más inmediato
Los síntomas iniciales en una palmera que está siendo atacada por el picudo se presentan en las hojas, las nuevas salen mordisqueadas en forma de punta de flecha o bien con cortes en V en el lateral.
Últimamente con la gran proliferación del picudo, los daños se están produciendo con mucha más rapidez no habiendo avisos de cortes en las hojas, siendo la pérdida de fuerza y simetría en la copa de la palmera la que nos indica que está siendo colonizada. La palmera pierde en poco tiempo las ramas centrales nuevas del año que se desploman ya secas sobre el resto.
La mejor estrategia: vigilar y prevenir
Vigilar, estar alerta ante síntomas de ataque, tanto en nuestra palmera como en las que estén a menos de 10 km. Una palmera afectada a menos de 500 metros nos indica, casi con total seguridad, que la nuestra también está siendo colonizada y en menos de un año perderemos el ejemplar.
Prevenir, tras décadas de lucha contra la plaga, se sabe que no hay métodos que “curen” la palmera, su talón de Aquiles es la yema apical, punto de crecimiento de donde se originan las nuevas hojas, si ésta desaparece la palmera es irrecuperable.
La aplicación de fitosanitarios protege a la palmera de la llegada del insecto y lo elimina, pero la palmera debe recuperarse por sí sola.
Nuevos métodos de lucha
Se ha avanzado en los métodos de lucha contra el picudo, introduciendo métodos culturales (evitando podas en épocas de vuelo), métodos biológicos (nematodos y hongos entomopatógenos) y sobre todo la endoterapia que ha permitido tratamientos más efectivos y duraderos.
Tradicionalmente se aplicaban duchas foliares (literalmente se baña el cogollo de la palmera con insecticida). Las materias activas empleadas tienen una persistencia de 2 meses, teniendo que repetir el tratamiento cada 3 meses, acarreando un riesgo tóxico para los propietarios, sus vecinos y sus mascotas, y eliminando también el rico ecosistema que tiene la palmera en su corona que ayuda a protegerla (mirlos, urracas y palomas incluyen al picudo en su dieta).
La endoterapia con Emamectina efectiva, segura y eficiente
Actualmente los propietarios públicos y privados optan por la endoterapia, unas microinyecciones al tronco de la palmera que depositan la materia activa en su interior y que la propia palmera dosifica para protegerse por más de un año.
La Emamectina, como principio activo de estos tratamientos anuales por endoterapia, ha demostrado su eficacia en numerosos estudios entre los que se encuentran los de
la Cátedra del Palmeral de Elche de la Universidad Miguel Hernando, mostrándose como el más eficaz método de contención del picudo rojo.
El modo de aplicación es el más seguro, al inocularse directamente a la palmera sin ningún contacto exterior, siendo seguro para el aplicador, el propietario, sus mascotas y el medio ambiente. Además, consigue minimizar las alergias y las reacciones de la población, dado que no se utiliza ni atomización, ni aspersión. Este sistema también permite respetar los insectos útiles y se puede aplicar en cualquier momento del día.
La popularización de la endoterapia ha conseguido que sea el tratamiento de coste más eficiente contra el picudo rojo, por debajo del coste anual de las duchas foliares, al tener que aplicarse la duchas un mínimo de 4 veces al año.