Los 10 platos típicos de la gastronomía gallega

Si por algo es reconocida mundialmente Galicia, además de por el camino de Santiago, la catedral y sus playas es por su completa y deliciosa gastronomía. Galicia ha hecho de sus manjares gastronómicos un motivo más para el reclamo turístico y hoy en día no es raro que personas de otras partes de España o del extranjero acudan hasta el territorio gallego seducidos por el aroma y sabor de los vinos, las carnes, los mariscos, el pescado y los dulces de la comunidad gallega. Los platos típicos de Galicia también son marca esencial de la comunidad.

No pasa desapercibido por ningún gallego ni gallega que la materia prima autóctona y la comida tradicional es de primera calidad y por eso año tras año se explota y difunde en forma de ferias y fiestas gastronómicas que no hacen más en ensalzar la figura de un plato típico de la zona o un método de preparación del producto rey de una comunidad o un municipio.

Vamos hacer un recorrido por los productos estrella de la cocina gallega que se sirven cualquier restaurante o taberna de comida tradicional como los que encontrarás no sólo en la propia Galicia, sino también en otras comunidades o incluso fuera de España y que tienes que probar al menos una vez en la vida:

Mariscos

El marisco, con permiso de los pescados de las costas gallegas, son el producto estrella de nuestra costa. Las nécoras, cigalas, camarones, navajas, centollas, almejas o mejillones de las Rías Baixas son reclamo habitual en la zona desde años inmemoriales tanto en verano como en invierno. También un producto tan típico de la cocina gallega como los percebes de la Costa da Morte llenan las mesas de las marisquerías gallegas.

Pulpo á feira

Quizás el plato más popularmente conocido dentro del grupo de las comidas típicas de Galicia junto a la empanada. Tanto es así, que muchos empresarios han hecho de la oferta del pulpo á feira su principal negocio. Es más que frecuente encontrarte pulpeiros por la calle que venden el producto para llevar o incluso que se vinculan a un bar o tapería para ofrecer el afamado pulpo cocido con aceite de oliva y pimentón a la clientela. Su preparación es todo un ritual en el que los materiales de cocina son muy importantes.

Cocido gallego

Quizás estemos hablando del plato más contundente de toda la cocina gallega, pues de cocido no se puede comer sólo un poco si lo quieres probar todo. Garbanzos, repollo, jarrete de ternera, lacón, chorizo, oreja de cerdo, patatas, o carne de pollo se ponen en una misma tartera y se dejan a cocer por al menos hora y media. Se sirve todo troceado en fuente grande para que cada uno se sirva a voluntad. No hay invierno en Galicia sin un buen cocido los domingos. Y si quieres disfrutar de este plato tradicional, uno de los mejores sitios es la localidad pontevedresa de Lalín.

Caldo Gallego

El caldo gallego es la sopa más típica de la comunidad. Se elabora con la cocción de verduras, patatas y alubias, en algunos casos y para gustos también se puede añadir algo de carne. Se sirve caliente y es tradicional de los fríos días de invierno. La receta es típica de las aldeas y pueblos gallegos, pero hoy en día es un plato también extendido a las ciudades.

Lacón con grelos

El propio nombre lo indica; lacón (pierna delantera del cerdo tras un proceso de curación) cocido junto a los grelos (brote floral del nabo) el contraste de estos dos platos es exquisito. También puede acompañarse en la cocción con chorizo y patatas.

Empanada

Otro clásico de la cocina gallega es la empanada. Y es que ¿quién no ha visto en algún restaurante lejos de Galicia la oferta de empanada gallega? Restaurantes, taperías y panaderías despachan a diario cientos de empanadas en todas sus variantes. Hablamos de un sinfín de rellenos diferentes, desde carnes a pescados, mariscos o incluso verduras entre las que destacan la de atún, zorza, pollo, bacalao con pasas, mejillones o zamburiñas. También las hay dulces como la empanada de manzana. Los amantes de uno de los platos típicos de Galicia como la empanada, tienen una gran variedad como para no repetir nunca si quieren probarlas todas y las masas también pueden ser diferentes ya que son elaboradas por ejemplo con harina de trigo, maíz, o centeno.

Pimientos de Padrón

Otro de los productos internacionalmente conocidos de la comida tradicional gallega. La receta no puede ser más simple, unos pimientos verdes fritos en aceite con su sal para potenciar el sabor. La gracia de este producto, además de su gran sabor, está en la incertidumbre de saber si el pimiento escogido va a picar o no. El refrán gallego es parte de su reclamo: “Pementos de Padrón, uns pican e outros non”.

Zorza

La zorza es uno de las grandes desconocidas de la cocina gallega. Este plato típico de Galicia tiene en la carne picada de lomo de cerdo su núcleo y en la salsa en forma de adobo con pimentón, ajo, sal y aceite su esencia. Se sirve con patatas fritas y es un plato contundente de gran sabor. El raxo, plato similar pero sin adobar, también se pueden encontrar en muchas cartas de taperías en Galicia.

Lamprea

A pesar de que Galicia tiene muchos kilómetros de costa, hay un pescado de río que ha ganado mucha fama y de adeptos a su degustación. La lamprea, un pescado de mar similar a la anguila, es propio de la zona sur de Galicia y hay muchas recetas diferentes en torno a este exquisito producto. La temporada de pesca de lamprea destaca turísticamente en Galicia, así como las fiestas de exaltación del producto en forma de feria gastronómica en municipios como el de Arbo o Pontecesures.

Filloas

A pesar de que en este ranking nos hemos referido siempre a productos salados, en la gastronomía de Galicia tampoco pueden faltar los dulces. De esta clasificación, la tarta de almendras o tarta de Santiago y las filloas son las preferidas por los más golosos. Aunque la receta tradicional de las filloas, plato típico de Galicia en los días de Carnaval o Entroido, es con sangre de cerdo, actualmente las más comunes son las que se hacen con simple harina, huevo, leche y azúcar. Similares a las crepes francesas, aunque con una masa más fina, las filloas admiten un relleno de todo tipo que va desde las mermeladas, al chocolate, pasando por la crema pastelera, la miel, la nata o el merengue. También es típico tomarlas solas con un poco de azúcar.