Consejos para realizar una mudanza de una forma fácil y organizada
Publicación: 21 de December de 2020, 08:36
Hacer una mudanza siempre es un trabajo tedioso que genera estrés y esfuerzo a partes iguales. Empacar toda tu vida en un lugar en varias cajas para llevártelas a otro, ya sea en la calle de al lado o en la otra punta del globo terráqueo, no es nada sencillo. Menos aún si lo debes realizar por ti mismo y sin contar con colaboración de amigos o de alguna empresa de mudanzas que te ponga las cosas más fáciles.
Por lo tanto vamos a proporcionarte los mejores consejos para realizar la mudanza y no morirte en el intento. Tómatelo con calma, planifica todo bien antes de ponerte manos a la obra y trata de no realizar sobresfuerzos innecesarios. Si tienes tiempo, es mejor hacer la mudanza en unos días antes de pegarse el atracón de una única y larga jornada de empacar y trasladar cajas y muebles. Revisa también las condiciones laborales en tu empleo, pues muchas empresas conceden a sus empleados uno o dos días de permiso en concepto de mudanza.
Hacer una mudanza es un trabajo laborioso por eso el orden, limpieza y organización previa son algunos de los "tips" más importantes.
- Deshazte de lo innecesario: La mudanza es un buen momento para hacer limpieza y quedarte solo con las cosas que te vayan a ser de utilidad. No te lleves a tu nuevo hogar ropa que ya no usas ni vas a usar, figuras rotas que te daba pena tirar o esos trastos que has ido acumulando en un cajón por antiguos o inservibles. Dona o tira todo lo que ya no sea necesario llevar al nuevo destino.
- Orden ante todo: Preocúpate por guardar las cosas con cierto orden. Hazte con buenas cajas y guarda las cosas por habitación o temática. No te olvides de poner carteles o identificar cada una de las cajas con lo que hay dentro o la habitación en la que serán colocadas. Las cosas del baño, en la caja del baño, las de la cocina, en la cocina. Una vez traslades las cajas al nuevo destino, vete colocándolas cada una en su habitación correspondiente para ir desempacando poco a poco según la prioridad de cada una de ellas.
- Pide ayuda: Que no te dé vergüenza solicitar una mano amiga. Familiares o amigos están ahí para echarte un cable en los momentos de crisis y una mudanza irremediablemente lo es por el caos que conlleva. A veces una mudanza también puede hacer que afloren sentimientos por la vida que dejamos atrás en nuestra antigua ubicación, aunque el cambio sea para mejor. Una persona externa también puede ser de gran ayuda a la hora de ayudarte a deshacerte de cosas que realmente no van a servirte. El menor apego que le tiene a objetos que no son suyos, será de gran ayuda. En lo que tenga que ver con el trabajo más propiamente físico, una empresa de mudanzas también puede ser de gran ayuda para el traslado de muebles y cajas. Los profesionales de las mudanzas agilizan todo el proceso y te lo hacen todo más fácil. Puedes contratar servicios solo de traslado o también los de montaje y desmontaje de muebles o empacar y desempacar tus pertenencias.
- Aprovecha muebles y maletas: No vacíes sistemáticamente todos los cajones o armarios. Si los muebles se van contigo, preocúpate por protegerlos y haz que las cosas que van dentro no tengan riesgo de romperse en el traslado quedándose ahí. Ahorrarás en cajas y tus pertenencias estarán en el mismo lugar en el que estaban en tu vieja vivienda. Usar las maletas para mover tu ropa también es una buena forma de que la ropa viaje protegida y ahorrar en bolsas y cajas innecesarias.
- Embala todo muy bien: Aunque esto haga que todo ocupe más espacio en las cajas y pese más, que no te tiemble el pulso en el momento de embalar y envolver todo perfectamente. El plástico de burbujas y el papel de periódico es tu principal aliado a la hora de proteger jarrones, vajilla, cristalería y objetos delicados. A veces es inevitable que algo llegue roto cuando movemos demasiadas cosas y llenamos mucho las cajas de peso, pero la prevención es la clave para que todo llegue sano y salvo al final de la mudanza.
- Sé previsor: Empieza a preparar las cosas con antelación. Si ya sabes que te vas a mudar el mes que viene, empieza por ir empaquetando la ropa que no es de temporada para tenerla ya preparada. Los libros que no estamos leyendo o la vajilla de ocasiones especiales tampoco es necesaria en esos días previos a la mudanza. Cuanto más trabajo vayamos adelantando, menos tendremos que hacer en los días de mayor apuro y prisas. Haz algo por tu yo del futuro y descárgale de trabajo.
- No tardes en desempacar: Es cierto que las mudanzas son un proceso cansado y tedioso, pero no todo se termina cuando llegamos a la casa de destino. Hay que desempacar y colocar las cosas y, aunque no es necesario hacerlo todo el primer día, es mejor que dejemos todo el trabajo realizado en poco tiempo. Todos sabemos que las cosas que no se colocan en los primeros días van a acabar metidas en la caja por semanas o hasta que las necesitemos. Cuanto antes termines el trabajo, antes podrás relajarte, disfrutar y adaptarte a tu nuevo hogar.
- Prepara una caja o maleta con lo esencial: Quizás el primer día después del traslado llegues cansado a tu nueva residencia y no te apetezca ponerte a colocar y vaciar cajas. Prepara una pequeña maleta como si te fueras de viaje con todo lo imprescindible para el primer día: ropa de cama, toalla, kit de aseo personal, ropa para uno o dos días, pijama, medicinas…
- Limpia antes de colocarlo todo: Es mejor dejar todo completamente limpio en tu nuevo hogar antes de empezar a deshacer las maletas y cajas. Si tienes que limpiar un armario por dentro antes de colocar tu ropa o la vajilla, el proceso se va a eternizar. Ponte las cosas fáciles de tal forma que cuando llegues puedas empezar cuanto antes a colocarlo todo.