Café Donde Laura en Oleiros

Recientemente, un domingo, acudimos a ese establecimiento a desayunar. Entramos y nos acomodamos en una de las mesas redondas, de las varias que estaban vacías; había otras cuadradas y todas con un letrero de reservadas.Pues bien, vinieron a pedirnos que deseábamos y fueron unos cafés y unos bocadillos, por cierto, todo muy bien. Cuando terminamos los bocadillos pedimos otros dos cafés, que nos sirvieron correctamente.A los cinco minutos de servirnos la última consumición se acercó un camarero y nos indicó que nos teníamos que levantar ya que había clientes esperando, sin que tan siquiera nos presentara la cuenta. Quedamos estupefactos y, sin saber que decir, dejamos el café y nos levantamos.Tuvimos que ir al mostrador a pagar, ya que también debe ser la norma, y tras entregarnos la cuenta nos dice un camarero que “los fines de semana y festivos hay que hacer previa reserva”, a lo le indicamos “que no lo sabíamos”, y respondió que “lo pone en la puerta y en las redes”; nos marcha