Próxima a la parroquia de Corme, en Ponteceso, podemos visitar las ruinas de un auténtico pueblo fantasma. Se trata de la aldea abandonada de Candelago, una pequeña población hoy en ruinas tras quedarse sin nadie que la habitase luego de que los ancianos que la habitaban fuesen falleciendo y los jóvenes marchasen en busca de una vida diferente en otros lares.
Cerca del mar
De la antigua aldea de Candelago hoy nos quedan los recuerdos y el esqueleto de lo que fue. Hórreos en ruinas, casas en descomposición y piedras que en otro tiempo formaron parte de alpendres o de viviendas del lugar componen un paisaje en el que la vegetación también se ha ido haciendo paso. En total se contabilizan unas seis viviendas en esta de abandono.
Esta pequeña aldea está a tan solo mil metros de la costa y el propio mar se puede ver desde aquí, algo inusual cuando hablamos de poblaciones abandonadas, pues estas suelen encontrarse en entornos más aislados. El viejo poblado se encuentra en una loma de unos 100 metros de altura.
Como dato curioso, esta aldea busca una reconstrucción y mejor suerte. Desde el 2013 el lugar se encuentra a la venta en busca de una promotora que lo revitalice y lleve gente y actividad a un lugar de vistas privilegiadas.