Situada en la pequeña localidad de Triacastela, en la provincia de Lugo, la Antigua Ferrería de Ponte es un lugar que guarda siglos de historia.
Restaurado para devolverle su esplendor
Esta herrería, que data del siglo XV, es ya uno de los edificios más emblemáticos de la zona, no solo por su antigüedad, sino por su singularidad. Está ubicada cerca de la iglesia del pueblo y en el trazado original del Camino de Santiago, lo que la convirtió en un importante punto de paso para los peregrinos, quienes encontraban aquí un mesón y albergue.
Lo que hace realmente especial a esta ferrería es su conexión con la antigua tradición siderúrgica de Triacastela. La Ferrería de Ponte, conocida por su ubicación cerca de un puente románico, jugó un papel esencial en la economía local, abasteciendo tanto a los habitantes del pueblo como a los peregrinos y comerciantes. Durante siglos, la zona fue un núcleo industrial dedicado a la producción de hierro, gracias a la presencia de numerosas fraguas, algunas de las cuales pertenecían al Monasterio de Samos. De hecho, este monasterio llegó a tener hasta siete fraguas, un número extraordinario para la época.
La restauración de este importante monumento se finalizó en 2022 y fue llevada a cabo por Miguel García, un camionero local con un profundo interés en conservar el patrimonio de su tierra. Los trabajos de rehabilitación de la ferrería, lograron recuperar la fragua original y recrear las herramientas de la época. Hoy en día, este lugar se ha convertido en un centro de interpretación del hierro, que busca poner en valor la rica historia de la herrería en la montaña lucense.