Además de la riqueza de la zona en yacimientos arqueológicos, en esta ocasión queremos fijar nuestra atención en el arte religioso y popular del lugar, así como en su sabrosa gastronomía.
Son peculiares los antiguos barrios de los pueblos de la zona, construídos con materiales autóctonos, pizarra, madera noble y piedra de cantería de la comarca que, enmarcados en los bellos parajes, ofrecen una estampa sin igual al visitante. Viejos molinos, puentes medievales, cruceiros, antiguos caminos empedrados, hornos comunales, palomares y demás construcciones no dejarán indiferente a quien se detenga a observarlos.
En cuanto a las edificaciones religiosas mencionaremos la Iglesia de San Pedro de influjo probablemente sanabrés, la Iglesia de San Martiño, con retablo barroco y numerosas tallas, la de Santa María de O Canizo con importante imaginería en su interior y muchas otras.
Finalizaremos recomendándoles que disfruten de la buena gastronomía de la zona. El cabrito o el cordero adquieren un sabor especial asados en los hornos tradicionales de leña; el pan artesanal, variadas setas, la tarta de castañas, la rica bica, la miel o el requesón harán seguramente de nuestra estancia un bello recuerdo.
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A Gudiña
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Además de la riqueza de la zona en yacimientos arqueológicos, en esta ocasión queremos fijar nuestra atención en el arte religioso y popular del lugar, así como en su sabrosa gastronomía.
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