El Belén electrónico de Begonte lleva siendo una realidad en este municipio desde el año 1972, momento en el que los fundadores José Domínguez Guizán (sacerdote) y José Rodríguez Varela (artesano e hijo predilecto del municipio) pusieron este proyecto en marcha hace ya más de medio siglo. Hoy este proyecto ha crecido mucho y vecinos y voluntarios colaboran cada año en el montaje y diseño de nuevas piezas o el arreglo y mejora de las antiguas.
Como el propio nombre indica, este Belén cuenta con un importante número de figuras animadas que dotan de vida y movimiento al Belén, que es mucho más que la escena del nacimiento. Además del portal la estampa se completa con la imagen de los pastores, los labradores, los pescadores, los carpinteros… todos ellos animados. La etnografía propia de la comarca de la Terra Chá es una de las señas de identidad de este Belén electrónico, con la representación de diferentes oficios artesanales de la zona.
El Belén ha ido creciendo año tras años, transformándose, haciéndose más conocido y grande hasta ocupar toda la superficie del bajo que ocupa. Aunque lo básico se mantiene, cada año sus creadores van introduciendo nuevos matices para cambiar un poco la escena y que, aquellos que repiten visita a Begonte cada Navidad, se encuentre con un Belén algo más cambiado con respecto al curso anterior.
La tradición, el movimiento y la artesanía de sus piezas son lo que hace tan visitado este Belén ubicado en un local en la Avenida de Galicia del municipio lucense y para el que incluso se recomienda reservar cita para la visita.
Fenómeno de masas
Desde el propio ayuntamiento contabilizan que unas 40.000 personas al año pasan por Begonte para visitar entre diciembre y enero su famoso nacimiento electrónico. Durante dos meses se puede conocer este Belén, que puede verse desde el primer sábado del mes de diciembre hasta casi el final de enero, el último sábado del mes. El acto de inauguración está precedido de la lectura de un pregón.
Para enriquecer la visita se ha instalado en la sala continua al Belén un pequeño museo que repasa la historia de esta atracción y se exponen los edificios que con el paso de los años han ido encontrando repuesto en la versión definitiva.