La calle Ancha o Real, hoy llamada Luciano Pita, es el corazón de la villa de Ortigueira. En ella nacieron o vivieron las personalidades gallegas más representativas en la política y cultura a lo largo de la Edad Contemporánea. Es uno de los ejemplos claros del modernismo en Galicia, con las galerías de cristal y los balcones de forja que también son típicos de A Coruña.
Un paseo por la Calle Real
Un breve recorrido por el corazón de Ortigueira te invita a explorar la historia e importancia de este municipio en el que buena parte de los edificios cuentan una historia o fueron de relevancia en algún momento en los últimos dos siglos.
En el margen oriental de la calle Real, nos encontramos con la Casa Puetes, que fue fábrica de chocolate. Más adelante darás con la casa natal de Ramón Armada Teixeiro, poeta gallego del Rexurdimento y miembro fundador de la Real Academia Galega, además de crear diferentes organizaciones en Galicia de emigrantes, pues él mismo fue uno de los retornados desde América.
Otras de las personalidades notables de Ortiguera fueron Leandro Pita Sánchez-Boada y su hijo Leandro Pita Romero. El primero tiene el mérito de ser uno de los artífices de la llegada del asociacionismo al sector agrario gallego en los primeros años del pasado siglo. Su hijo fue un hombre todavía de mayor relevancia en la política estatal al formar parte de los gobiernos de la Segunda República como ministro y ejercer de embajador español en la Santa Sede hasta la Guerra Civil. La antigua casa de la familia Pita se encuentra en la parte alta de la calle.
También hay otros edificios representativos como la imprenta y librería Foxo, negocio que todavía hoy sigue en funcionamiento y que tiene un siglo de historia detrás. Continuamos viendo la Casa da Cordeira, de naturaleza indiana, o la Casa Barahona.
En el margen occidental se encuentran las casas de mayor tradición, es el lugar de las tertulias, del recreo, del juego, de la cultura, etc. Muchas de estas tertulias que tenían lugar a comienzos del siglo pasado tenían lugar en otro de los edificios emblemáticos de esta calle, la farmacia de Pedro y Benigno Castiñeiras.
Sin olvidarnos tampoco del Casino Ortegano. Este es un espacio importante para la política local de Ortigueira, pues desde allí se gestionó el ayuntamiento durante la época de la restauración. A unos metros del casino nos encontramos con e, conocido Nuevo Club, un edificio fundado de forma reaccionaria para contrarrestar la rigidez y protocolos del casino.
La Calle Real de Ortigueira es hoy también el principal núcleo comercial del municipio. En el paseo lateral de esta calle, llamado Los Cantones, figuran bancos para el reposo y árboles de adorno en unas acercas de cinco metros de ancho.