Carballo, patrimonio histórico- artístico

Carballo estuvo poblado desde épocas muy remotas, de lo cual da fe su patrimonio histórico - artístico. Así, la época megalítica dejó su huella en el conocido dolmen da "Pedra Moura", mientras que de la cultura castreña todavía se conservan cuantiosos castros, ejemplo de ello son: el Castro de Cances (conocido también como Bico de Castro), el Castro de Torre Pardiñas (castro de reducidas dimensiones con una función eminentemente defensiva), los castros de Guntián y Cotomil (que todavía conservan parte de sus muros de defensa), o bien, el Castro de Vilela y el de Nión (destacan por su compleja estructura).

Posteriormente, los romanos, atraídos por la fertilidad de las tierras, por la abundancia de minerales y por sus aguas sulfurosas, también dejaron sus huellas. En este sentido, los restos de la Villa Termal es el monumento mejor conservado de este periodo en todo el municipio, junto con el Puente Lubiáns, elevado sobre el río Rosende, entre las localidades de Carballo y Coristanco.

Por lo que respecta a la arquitectura religiosa, la construcción más relevante es la Iglesia de Rus, que construida entre los siglos XVII y XVIII, pertenece al estilo barroco, aunque cuenta en su fachada con rasgos característicos del neoclasicismo. En su interior, sobresale la imagen de la Asunción, atribuida a Rodeiro, y la imponente cruz parroquial de plata de un metro de altura.

Interesantes son también las iglesias de Entrecruces, del siglo XVIII con retablos barrocos, y Sofán, del siglo XVIII y fachada del XIX, en donde se conserva un Cristo realizado por Ferreiro. La iglesia de Oza, por su parte, presenta en su fachada un San Breixo esculpido en piedra, mientras que en el interior del templo esta misma figura corona el mejor retablo barroco que se conserva en todo el entorno.

Ya del siglo XX datan las iglesias de Berdillo, con retablos barrocos o la de Razo, que conserva imágenes de San Xoán Bautista y San Martiño realizadas por la escuela compostelana. Del mismo período es la iglesia de Bértoa, en la que pueden contemplarse un Cristo gótico y una cruz procesional del siglo XVIII.

Son varios los pazos que todavía se conservan en el municipio de Carballo: Pazo das Pallas, el Pazo de Gontade, el Pazo de Vilardefrancos, o bien, el Pazo do Souto. Mientras que de la arquitectura civil, destaca el edificio del siglo XIX que albergó la cárcel y que hoy está reconvertido en la sede del Museo de Bergantiños.

Por otro lado, el ayuntamiento de Carballo presenta en la actualidad numerosos restos de arquitectura popular como los "cruceiros" de Sofán, Ardaña, Carballo, o bien, el de Rus; o los "petos de ánimas" (cepillos) que se pueden visitar en A Brea, en el lugar de Cances o en la parroquia de Oza. Interesantes son también los hórreos (Brea, Serantes do Medio o el de Rodo) y los molinos (sobresalen los de A Cheda, Quinto y el de Ponte Rosende).