En las cercanías de Silleda se encuentran las cascadas del Río Toxa. Para llegar a este hermoso lugar hemos de encaminarnos primero hacia la parroquia de Bandeira en la carretera Santiago-Ourense y desde aquí seguir las indicaciones.
Esta es una zona de una relevancia destacada en los paisajístico que está incluida en la rede Natura 2000 como Lugar de Importancia Comunitaria. Las especies autóctonas propias del bosque atlántico que rodean la cascada, así como la diversidad botánica de la zona son a destacar. También desde el punto de vista ornitológico podemos hablar de un lugar excepcional, pues en las inmediaciones de la cascada anidan especies poco frecuentes en la comunidad gallega como halcones o cuervos, animales que requieren de cantiles pétreos para establecerse y que encuentran en el duro granito alto en cuarzo de la zona un lugar especial para sus nidos.
Dos accesos diferentes
La Cascada del río Toxa o Fervenza do río Toxa es una de las mayores caídas de agua que podemos ver en Galicia ya que cuenta, aproximadamente, con unos 30 metros de caída, poco antes de su desembocadura, en el río Deza.
Podemos acceder a esta cascada de dos formas diferentes, desde arriba con un mirador preparado para observar el salto desde la parte más alta. Y por otro lado, seguiremos un sendero, rodeado de bosques de castaños, robles y alcornoques, que nos lleva hasta el corazón de la cascada. Es un lugar de gran belleza y gran valor paisajístico. Es necesario recorrer un paseo no apto para personas con movilidad reducida y de aproximadamente unos 15 minutos de paseo. El final de etapa es esa bonita cascada y su pequeña charca, en la que puedes sumergir los pies para notar los frías que están sus aguas y reactivar la circulación después del camino.
Es un lugar de fotos y humedad digno de visitar. Si bien el verano puede ser una fecha buena para visitar por la comodidad de la ruta, los meses de más lluvia en otoño o invierno permiten ver un caudal superior en la caída de aguas de esa cola de caballo de 30 metros que sorprende a todos sus visitantes.
Punto clave en las cercanías
En este punto comienza una ruta de senderismo de algo más de dos horas que nos lleva hasta el Monasterio de Carboeiro. Fundado en el siglo X, vivió su máximo esplendor entre los siglos XI y XIII, en el año 1500 pierde su categoría de monasterio, y desde su desamortización en 1836, se sumió en un completo olvido y abandono. Hasta que en los años 70 se iniciaron las labores de restauración, actualmente se puede visitar el Monasterio de Carboeiro en todo su esplendor arquitectónico.