En el ayuntamiento de Melide nos encontramos las ruinas del Castillo de Grobas, una fortaleza medieval que perteneció a la mitra compostelana y de la que hoy apenas quedan unos restos en forma de elevación del terreno en una ladera del monte de Coto de Salgueiros.
Apenas su localización
Lo único con lo que podemos dar hoy en día del Castelo de Grobas es el lugar en el que estaba ubicado. Se trata de una posición elevada en el terreno boscoso que daba cierta elevación al edificio y que hacía uso de la propia orografía del terreno para formar trincheras y fosos naturales que le ayudaban en su estrategia defensiva.
La abundante y verde vegetación que puebla esta zona del valle hace apenas imperceptibles los pocos restos que puedan haber de los cimientos de un castillo que fue destruido en dos ocasiones. Entre los restos que perduran se encuentra la base de una de las torres y los agujeros artificiales de lo que se supone que eran los fosos del castillo. Las grandes piedras que se pueden ver desperdigadas por la zona podrían ser parte de la base de sus murallas.
¿Cómo era el Castillo de Grobas?
Lo que se sabe del Castelo de Grobas es todo por fuentes documentales que lo describe. Se trató de un castillo de la época bajomedieval que ya existía en tiempo de Diego de Gelmírez y que estuvo gestionado por el Conde Monterroso antes de que el propio arzobispo Gelmírez diese orden de que fuese demolido. Más adelante se volvió a levantar con resultado de nueva destrucción, como resulta evidente por su mala conservación actual. Estudios realizados recientemente apuntan a que sería la propia iglesia la que se encargó de reedificarlo, pues el castillo pertenecía a la propia Mitra Compostelana.
Escritos históricos hablan también de desperfectos en esta construcción durante las revueltas irmandiñas, si bien no hay datos que expliquen el motivo de su total abandono y desaparición.