Castillos
RuinasEl Castillo de Naraío se encuentra en una elevación desde la que se divisa la panorámica del valle del río Castro, en el término municipal de San Sadurniño. Es una construcción medieval que se ha levantado sobre la propia roca. El edificio está hoy catalogado como Bien de Interés Cultural.
Origen desconocido
El Castillo de Naraío se puede datar en el siglo XIV, si bien se piensa que la actual estructura que hoy se conserva en parte es en realidad una reconstrucción de una fortaleza anterior. No se conservan documentos oficiales que puedan dar una explicación oficial del surgimiento de esta fortaleza.
Algunas teorías apuntan a Gonzalo Piñeiro como constructor de la primera fortaleza en el siglo XII y más adelante Fernán Pérez de Andrade se hizo con estas tierras por donación de Pedro I. Comenzó así el dominio de los Andrade en esta región y se dice incluso que la fortaleza tenía unos calabozos en los que encerraban a todos aquellos que ponían en duda el poder de los señores en estas tierras.
Como ocurrió en buena parte de los castillos gallegos, la estructura fue derribada con la sublevación del pueblo que supuso la revolución irmandiña del siglo XV en Galicia, por lo que fue vuelto a reconstruir poco después.
El Castillo fue abandonado finalmente al comienzo del siglo XVII. Sus actuales propietarios son la Casa de Alba, quienes cedieron su gestión al propio ayuntamiento en una concesión de 30 años que concluye en el 2036.
Fortaleza inexpugnable
Al usar la roca natural como base el castillo está adaptado a las desigualdades del terreno por lo que su construcción es irregular. El entorno montañoso y de roca y las tres murallas perimetrales le daban protección a la torre para hacer de ella una fortaleza muy difícil de penetrar.
En el centro se alza la Torre del Homenaje, de planta cuadrada y estilo Normando. A la torre le falta la parte superior, pero llega hasta los 16 metros de altura y es el elemento más pronunciado de una fortaleza que ya de por sí se yergue a unos 400 metros sobre el nivel del mar.
Tiene una sola entrada abierta en la cara sur, a 9 metros de los cimientos, que empleada posiblemente para guardar los tesoros o para casos de extrema defensa cuando el enemigo conseguía penetrar en el castillo. En el interior de la torre se conserva un gran aljibe de agua que daba la posibilidad de aislar el castillo y tener recursos suficientes dentro como para aguantar largos periodos de ataque.
Por su situación, el castillo no necesita foso ni puente levadizo, pero se dice que existía un túnel que comunica la orilla del río con el sótano de la torre.
