En Porto do Son nos encontramos con la construcción castrexa mejor conservada de toda la comunidad gallega. Los Castros de Baroña son un asentamiento que data de la antigua Edad del Hierro y que se encuentran en la parroquia que lleva su mismo nombre, en primera línea de playa.
El mar como recurso infinito
La ubicación de los Castros de Baroña no es una casualidad, hablamos de una población castreña cuya economía estaba íntegramente dedicada a los recursos que eran capaces de obtener del mar en un emplazamiento destacado a orillas de las Ría de Muros y Noia. Los habitantes del Castro explotaban en la época todas las posibilidades que este lugar les ofrecía. Por un lado, la evidente explotación del lugar como fuente de alimento y por el otro, ya en épocas más avanzadas, la explotación comercial que hacía posible esta ubicación con las embarcaciones que llegaban por la costa.
La agricultura y ganadería complementaba su vocación marinera en un lugar que se puede considerar autosuficiente y cuyos recursos de agua dulce debían ser buscados extramuros, pues no se han encontrado restos en el castro de manantiales, aljibes o cualquier otra posibilidad de obtención de agua potable sin salir de la zona. También se aprecian entre los restos encontrados en el castro señales de trabajos de metalurgia y artesanía de telas y piedras.
El Castro y su historia
El castro fue descubierto en el año 1933. Se encuentra en una península de pequeñas dimensiones que es conocida como Punta do Castro. Ocupa una superficie aproximada de dos hectáreas y media y en ella se pueden distinguir fácilmente hasta dos decenas de casas protegidas por la muralla que daba abrigo a la población.
Aunque existen numerosas referencias históricas a este importante lugar para la historia de Galicia, lo cierto es que no fue hasta bien entrada el siglo XX cuando se empezó a trabajar la zona en la que estaba ubicado. Las primeras excavaciones datan, como ya hemos dicho, del año 1933 y fueron encabezadas por Sebastián González-García Paz. Estos trabajos permitieron sacar a la luz las primeras formas de las casas y algunos restos de cerámica, herramientas o ornamentaciones.
Tras una parada en los trabajos arqueológicos debido a la Guerra Civil, las investigaciones recuperaron su curso en Baroña durante el año 1969. El arqueólogo José María Luego toma el relevo en estos estudios en los que se localizan más casas en el recinto, las murallas defensivas y también la escalinata y entrada que daba acceso al castro en la época.
Ya en los 80 las intervenciones en la zona continúan para tratar de proteger todo lo anteriormente descubierto y dotar de mayor peso e identidad a este castro. Este reconocimiento a la importancia del lugar llegaría en 2007 con la declaración de los Castros de Baraño como Bien de Interés Cultural.
La última gran intervención en Baroña llegó ya a partir del 2014. El objetivo de estos trabajos dirigidos por Luis Francisco López González era el de acondicionamiento y puesta en valor de todo el entorno para así convertirlo en una herramienta de atracción turística en Porto do Son. Hoy todo se encuentra perfectamente señalizado y adecentado para facilitar el acceso y la visita a los interesados en conocer este pedazo de historia de Galicia.
Centro de Interpretación
El Centro de interpretación do Castro de Baroña está situado en el antiguo edificio del ayuntamiento de Porto do Son. El centro cuenta con maquetas, paneles, piezas originales y reproducciones que ayudan a entender la forma de vida y la cultura de los antiguos habitantes. Ofrece servicio de guías.
El horario del Centro de Interpretación es de martes a domingo de 11 a 14 y de 19 a 21 horas.