El Convento de Santa Clara es un edificio religioso del siglo XIV que se encuentra en la ciudad de Pontevedra. El edificio estuvo en manos de la iglesia durante 750 años hasta que en diciembre del año 2021 fue abierto al público tras ser adquirido por el ayuntamiento.
La historia del convento
Aunque la iglesia del convento de Santa Clara no fue levantada hasta superada la mitad del siglo XIV, lo cierto es que la comunidad clarisa llevaba instalada en la ciudad del Lérez desde el siglo XIII. El primer convento fue una obra extramuros y fue el segundo convento de la orden de las clarisas que llegaba a Galicia después del instalado en Santiago de Compostela.
Con la llegada del siglo XIV se procedió a la ampliación del cenobio, la cual fue posible gracias a múltiples donaciones privadas por parte de clases pudientes que hicieron posible ampliar las construcciones, el jardín y el huerto.
Aunque se hablan de unos 750 años de encierro de las monjas de clausura dentro del convento de Santa Clara, lo cierto es que la ocupación no fue constante en el tiempo, pues a lo largo de su historia las religiosas tuvieron que abandonar el cenobio en varias ocasiones fruto de las guerras o las desamortizaciones.
Superada ya la segunda mitad del siglo XX y llegada la democracia a España empezó el declive de este convento, que ya en los 60 tuvo que vender parte de sus terrenos con el fin de obtener liquidez para mejorar sus instalaciones y, ya entrados en el nuevo milenio, a la crisis económica se le unió la de fe con la considerable reducción del número de clarisas dispuestas a vivir en el convento de clausura pontevedrés. El monasterio quedó finalmente vacío en el 2017 cuando las últimas monjas que allí vivían todavía, ya ancianas, fueron trasladadas a otros conventos de la Orden.
¿Cómo es el convento de Santa Clara?
La iglesia del convento de Santa Clara es de estilo gótico y cuenta en su interior con varios retablos barrocos de notable valor artístico. Es de estilo ojival y dispone de un ábside poligonal más alto que la nave. Cuenta con dos puertas en el muro norte, en una de las cuales podemos ver arquivoltas apuntadas.
Del interior del convento cabe destacar sus amplios jardines o el claustro. El claustro de Santa Clara no es cuadrado, sino que tiene solo dos lados cubiertos por un artesonado de madera. Un paseo por Santa Clara nos permite ir descubriendo las diferentes partes interiores de la vida de un convento de clausura. Lugares como los tornos de entrada, los locutorios, las estancias individuales de cada monja, el refectorio o la sala capitular del convento todavía se conservan en buen estado al ser usado hasta no hace muchos años por las religiosas que residían intramuros.
Los jardines de Santa Clara son lo que mayor espacio ocupa de toda la propiedad, con unos 12.000 metros cuadrados de extensión de espacio abierto y limpio con infinidad de árboles frutales y arbustos. En él encontramos también la conocida como Capilla de los Ángeles y una fuente del siglo XVI en la que se aprecia una representación de la Santa a la que se debe el convento. Esta fuente es muy similar a otra que podemos ver en el centro de Pontevedra, concretamente en la Plaza de la Ferrería.
Una de las peculiaridades de la zona de jardín y huerto de Santa Clara es la capilla conocida Capela do Bosque. Se trata de un pequeño espacio de construcción más moderna que cuenta con un tímpano en honor a Santa María y que data del siglo XV. Se cree que estaba localizado con anterioridad en la portada de la iglesia. Toda la propiedad se completa, además de con el amplio huerto, con un cementerio privado en el que descansan los restos de algunas de las monjas moradoras del cenobio y una zona de lavaderos.
Apertura al ciudadano
El año 2021 fue un año histórico para la historia moderna de la ciudad de Pontevedra asociada al Convento de Santa Clara, pues fue el momento en el que el ayuntamiento local llegó a un acuerdo con las monjas clarisas propietarias del edificio para la compra del Convento.
El Gobierno Local adquirió la propiedad por valor de 3,2 millones de euros y ha puesto en marcha un ambiciosos plan de rehabilitación para poner en valor este trozo de historia de la ciudad Pontevedra. Por el momento tanto ayuntamiento como Diputación provincial están todavía proyectando los trabajos de rehabilitación y estudiando los usos que se le pueden dar a las nuevas instalaciones municipales, existiendo ya la idea de utilizar parte del convento como una extensión del Museo de Pontevedra que se encuentra muy próximo.
Lo que sí es posible ya son las visitas al Convento y a sus jardines, algo que en 750 años de historia solo pudieron hacer las monjas de clausura que residían en el Convento.