Hace senderismo es una de las actividades más saludables que se pueden hacer. Emprender una ruta de senderismo es un paseo en el que empaparse de los encantos de un entorno mientras se practica deporte y se lleva un estilo de vida activo. En el municipio coruñés de Boiro tienes la oportunidad de realizan una de las más atractivas rutas de senderismo de la comarca del Barbanza; la ruta del Castillo de Vitres.
La ruta
La ruta del Castillo de Vitres recorre la antigua calzada del lugar y te invita a penetrar en lo que hace siglos fue la atalaya de la población que hoy es Boiro. Es una ruta de una exigencia alta ya que tiene una pendiente pronunciada que habrá que superar durante la primera parte de la ruta. El suelo es de trazado rural, por lo que hay que ir con precaución para sortear las zonas más pedregosas. En total son 14,5 kilómetros de recorrido que se pueden completar a un paso normal en no más de 5 o 6 horas.
A lo largo de la ruta irás entendiendo el porqué de haber escogido esta bella ruta para completar el día. Y es que las vistas a toda la comarca y en especial a la Ría de Arousa hacen que valga la pena todo el esfuerzo invertido en la subida. La ruta está debidamente señalizada para ir siguiendo la Calzada de Vitres desde el punto de partida; la aldea de Mosquete. Son los primeros kilómetros los que están mejor señalizados, pero a partir de ahí la ruta se puede complicar más y se recomienda llevar un GPS para no perderse.
Además de las preciosas vistas a la ría, la ruta tiene una serie de paradas de obligada detención. Y es que no puedes hacer el camino sin deleitarte con las preciosas vistas de las tres cascadas que te irás encontrando a tu paso:
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La Fervenza Fonte de San Pas, nada más comenzar el camino y en una zona con dos pequeños molinos.
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Fervenza de Lapeal, a media ruta, en la aldea de Enseño. Cuenta con una pequeña zona genial para un bañito o refrescarnos y coger energías para el resto del camino.
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El Rego das Fervenzas, situado en la parte final de esta preciosa ruta de senderismo de Boiro.
La historia de la calzada
El camino tiene su historia y está abierto a muchas interpretaciones históricas, pues hay quien considera esta ruta como parte de la ruta XX romana. Otros sostienen sin embargo que no tiene denominación propia, sino que se trata de una variante de la conocida vía XIX que recorre la costa atlántica gallega.
Otra de las tendencias, quizás la más admitida por los historiadores, es que esta calzada era una vía no de origen romano, sino medieval. Su surgimiento parte de la premisa de la recuperación económica en la zona y la retoma de las rutas comerciales que la afectaban. La teoría sostiene que la creación por parte de Fernando II del puerto de realengo en Noia hizo que se volviese a dar vida a la calzada de Vitres como vía de comercio sobre la preexistente antigua vía romana.
La vía está marcada por grandes losas de piedra que se fueron colocando para hacer más fácil el tránsito del tráfico rodado. En lo alto del monte se encontraría el que otrora fue el Castelo de Vitres, hoy prácticamente inexistente y del que apenas quedan unas pequeñas huellas de lo que fue su estructura defensiva. Si bien, las marcas en algunas rocas indican que sería un edificio de planta rectangular y de muros gruesos de piedra.
Los estudios arqueológicos estiman que este castillo era más bien una especie de atalaya o torre de control defensivo desde la que se podía tener una visión perfecta de la Ría de Arousa y buena parte de la comarca. La torre data, posiblemente, de la Alta Edad Media, época en la que las invasiones tanto vikingas como normandas eran frecuentes en la zona.