Conventos y MonasteriosEn el municipio de San Cristovo de Cea, en la provincia de Ourense, se encuentra situado el Monasterio de Santa María la Real de Oseira. Se trata de un edificio de importante tamaño y cuyo origen se remonta al siglo XII. Por su grandiosidad se le conoce como el Escorial gallego.
El Monasterio de Oseira está abierto a visitas y dispone de una biblioteca de tamaño considerable y un archivo histórico de importante valor cultural.
La historia del Monasterio
El Monasterio Cisterciense de Oseira fue fundado por monjes benedictinos en 1137 en medio de un paraje inaccesible de la provincia de Ourense y se levantó entre los siglos XII y XIII siguiendo la influencia de la Catedral de Compostela. En el año 1141 se integra ya en la importante orden del Císter. En su origen contaba con unas instalaciones humildes, peor las incesantes donaciones de la época hicieron medrar la propiedad hasta convertirse en el monasterio hoy conocido. Hablamos de una de las mayores iglesias de la orden del Císter en toda España.
Pocos monasterios tienen la oportunidad de contar con documentos básicos de fundación, como los que tiene Oseira, redactados por sus propios fundadores con todas las formalidades que se requieren, en el momento preciso de iniciar su singladura monástica.
Los años de esplendor del monasterio y la vida monacal entre sus muros se extendieron hasta el siglo XVI, momento en el que malas gestiones y, sobre todo, un incendio en 1552 que arrasó a todos los edificios circundantes al templo fueron el germen de su decadencia. Ya a comienzos del XIX, concretamente en 1820, las instalaciones fueron saqueadas y los monjes expulsados del monasterio. Regresaron tres años después, encontrándose el edificio totalmente desmantelado. Las desamortizaciones de Mendizábal hicieron el resto y el Monasterio de Oseira quedó en estado de abandono hasta que la vida monacal se recuperó, ya en 1929, para empezar de nuevo su reconstrucción.
¿Cómo es el Monasterio de Oseira?
El Monasterio de Oseira cuenta con una iglesia de estilo románico con planta de cruz latina y que tiene una impresionante cúpula interior apoyada sobre nervios y tres grandes claustros. La fachada, del siglo XVII, está rodeada por escudos e imágenes. El templo consta de tres naves. Cuenta con cinco capillas, estando presidida la capilla mayor por la Virgen de la leche, en una imagen pétrea del siglo XIII en la que se puede ver a la virgen María amamantando al niño.
De corte renacentista de los siglos XVI y XVII son el claustro de los Pináculos y el de las procesiones, conocido como Claustro de los Medallones, que tiene en su parte superior cuarenta caras de personajes históricos. El tercero de sus claustros es el Claustro de Los Caballeros.
Entre las estancias del monasterio hay una sala capitular del siglo XV y una biblioteca del siglo XVII, así como el Museo de la Piedra, con restos pétreos de interés arqueológico.
