Punta Nariga se encuentra situada en Malpica, concretamente en la parroquia de Barizo. En este lugar encontramos un faro de reciente creación que mide unos 50 metros y que se mimetiza en el entorno como un elemento moderno y a la vez integrado con un espacio natural en el que la roca, el verde y el horizonte del atlántico nos deleitan la vista.
El faro más moderno de Galicia
El Faro de Punta Nariga es el más joven de todos los que pueblan las costas gallegas. El edificio se levantó en el año 1995 y fue inaugurado dos años después. Fue diseñado por uno de los arquitectos contemporáneos más importantes de Galicia como es César Portela. Fue concebido por él como un elemento moderno que se integrase al máximo en el paisaje natural que ocupa.
El faro mide unos 50 metros de altura y tiene un alcance lumínico que llega hasta las 22 millas marinas. Su particular y moderna forma hace recordar a la de la proa de una embarcación en su parte baja y en ella llama la atención una curiosa escultura hecha en bronce que ha sido bautizada como el Atlante. Esta escultura fue diseñada por Manolo Coia y es uno de los elementos más fotografiados del lugar, especialmente cuando su silueta recorta la imagen de fondo del horizonte en la puesta de sol. La escultura representa una figura a medio camino entre un hombre y una gaviota en postura de emprender el vuelo. La última información que disponemos es que en marzo de 2022 la figura fue sustraída para su venta en trozos como chatarra y que será restaurada.
El entorno
El entorno del Faro de Punta Nariga es otra de las grandes joyas del lugar a la que el propio Portela no quiso robarle su protagonismo con el diseño del faro. Las formaciones rocosas de la punta, los acantilados y el horizonte hacia el océano Atlántico componen una panorámica de las más bellas de la costa gallega tanto en días despejados como en aquellos en los que el tiempo no acompaña tanto.
Precisamente estas formaciones rocosas son otro de los elementos a fijarse en una visita a este entorno, pues la constante acción del agua y viento en una zona especialmente agitada por éste ha terminado por esculpir auténticas esculturas naturales a las que es divertido buscarle forma y parecido en una visita.