La ribeirense Illa de Sálvora forma parte del Parque Natural Illas Atlánticas, declarado en 2002. De la Ría de Vigo, las Cíes; de la Ría de Pontevedra, las Ons; y de la Ria de Arousa, la más pequeña pero hermosa Sálvora.
De forma triangular y con una superficie de casi 190 hectáreas, destaca su altura, que alcanza su punto más elevado en los 71 metros, dejando bien claro que en un tiempo muy lejano ha estado unida a la tierra, formando, con la compañía de varios islotes que la rodean, el apéndice de la cadena montañosa del Barbanza. Sus playas, situadas sobre todo en la cara interior de la isla, son resguardadas y casi vírgenes, sin duda un lugar envidiable para quien quiera pasar un rato de auténtica calma. Se puede escoger entre la Playa "do Castelo" o "do Almacén", la Playa de Os Lagos, la de Zafra o la de Area dos Bois. La Xunta de Galicia es la titular de esta isla desde el año 2008.
Un paisaje particular
El paisaje humanizado de Sálvora, además de la desierta aldea, se compone del muelle, en la Playa del Almacén, del Castillo del mismo nombre, de la antigua cantina (ahora capilla), del faro y de la mítica escultura de la sirena, situada a la entrada del embarcadero.
Hasta 1972 la Isla de Sálvora estuvo habitada, conservando en su interior un diminuto pueblo abandonado en el que llegaron a vivir 60 personas, todas ellas caseros de explotaciones agrícolas y ganaderas. El archipiélago también albergó la primera fábrica de secado y salazón de pescado de Galicia. El edificio, conocido popularmente como O Almacén, se transformó después en el Pazo de Sálvora, que continúa en pie y es posible divisar desde tierra.
El faro
Uno de los lugares más visitados de la isla es su faro. El Faro de Sálvora existe desde 1852, está situado en el extremo meridional de la isla, en Punta Besugueiros, pero en 1904 se determina la construcción de un nuevo faro, en un lugar más elevado y elegido estratégicamente para ampliar el ángulo de iluminación hacia al interior. Sobre una torre cilíndrica, se situaba un balcón y un torreón hexagonal que soportaba la linterna y el foco luminoso a 6 metros sobre el terreno y a 25 metros sobre el nivel del mar.
El edificio fue reformado con el paso de los años, siendo los años 1921 y 1954 los más importantes en estas reformas. La ampliación del 21 es especialmente relevante, pues tiene lugar luego de que ocurriese en la zona una de las mayores tragedias navales de la historia, el naufragio del barco Santa Isabel, en el que murieron ahogadas en la ría de Arousa más de 200 personas. Fue el 2 de enero de 1921 y los colonos, especialmente las mujeres, de la isla de Sálvora fueron los encargados de socorrer a los supervivientes del barco que se encalló y hundió en la zona.
El faro fue utilizado por la Marina como un observatorio del trafico marítimo durante la Segunda Guerra Mundial.
Visitas
Podemos visitar Sálvora realizando varias rutas turísticas, tales como la "Ruta del Agua": A bordo de un velero antiguo se recorren las islas de Ons, Arousa y Sálvora, Durante este viaje, los participantes podrán conocer la historia del barco, adquirir nociones sobre la riqueza de la Ría, sobre navegación a vela...
Otra de las rutas es "La ruta do Faro", en la que se explican algunos de los valores de la isla y la historia del naufragio del Santa Isabel en sus inmediaciones. El paseo hasta el faro es de poco más de un kilómetro.
Y por último la "Ruta de la Aldea", en la cual nos explican los valores naturales, paisajísticos y etnográficos de Sálvora, así como la historia del lugar y la vida de la aldea. Se trata de dar un pequeño paseo hasta el antiguo asentamiento, una aldea en forma de U en la que hay unas ocho casas en torno a una plaza y dos fuentes de agua potable.
Las salidas para visitar Sálvora en la conocida ruta del agua se realizan desde municipios como la propia Riveira, O Grove, Puebla do Caramiñal, Cambados o Bueu.
Por motivos de conservación, la visita a la isla de Sálvora se limita a la Playa del Almacén y al camino que va hasta el Faro, aunque si la visita cuenta con un guía, también es posible usar el camino hasta el poblado.