Uno de los espectáculos naturales más interesantes de contemplar en el municipio de Neda es el que se forma en la cascada de Belelle, salto de agua que podemos visitar a nuestro paso por el lugar de O Roxal.
45 metros de altura
La Fervenza de Belelle es un salto natural de agua con una altura de unos 45 metros por la que caen las aguas del propio río Belelle, de ahí el propio nombre de la cascada. Este curso fluvial nace en As Pontes y muere en el municipio de Neda.
La fervenza de Belelle no es solo interesante por la propia caída del agua y el pozo natural que se forma por la erosión de esta, sino también por el precioso y verde entorno que rodea a la cascada. Y es que una visita a este hermoso lugar nos servirá para vernos rodeados de un gran bosque autóctono con ejemplares de carballos (robles) y de castaños que dan sombra y envuelven de vida el lugar.
La cascada se puede disfrutar desde dos lugares. Desde abajo para disfrutar de la caída en perspectiva para hacernos una idea de toda su altura e incluso remojarnos en la poza que forma o también desde arriba. Subiendo por un tramo de escaleras cerca del camino que nos lleva hasta ella llegaremos hasta un mirador con cenador próximo que nos permite ver la caída de agua desde otro ángulo.
Un agradable paseo
El camino hacia la fervenza es una de las rutas de senderismo más interesantes que se pueden hacer por el municipio de Neda. Es una ruta de menos de 4 kilómetros entre ida y vuelta que parte desde el Pazo de Isabel II y sigue el curso del río Belelle para llevarnos hasta la propia cascada.
El paseo es sencillo y apto para todo el mundo. En una hora estará ya de vuelta en el punto de partida y con unas fotografías preciosas de este bello lugar que merece más su visita en época de lluvias para disfrutar de un mayor caudal de descenso en la cascada.
La leyenda
Como ocurre con muchas cuevas y espacios naturales de Galicia, esta fervenza cuenta también con su propia leyenda, una de más de la rica mitología de la comunidad gallega. La leyenda del Belelle nos cuenta de la existencia de una serpiente de gran tamaño que trata de descender el río Belelle con la intención de llegar hasta las aguas del mar.
Se dice además que la serpiente tiene alas, pero que es tan grande que no puede volar. Esta leyenda recorrió tanto el pueblo de Neda como los demás por los que pasa el río (Fene, A Capela o As Pontes) por lo que los vecinos, atemorizados, colocaban palos afilados en los márgenes del río con el fin de cazar y matar al animal mitológico.