Los Fornos da Pontenova son un conjunto de cinco hornos de calcinación que rememoran el pasado minero de A Pontenova, en la provincia de Lugo.
Recuperados
Construidos entre 1902 y 1925 por la Sociedade Mineira de Vilaoriz, estos impresionantes hornos, de 11 metros de altura y 4 metros de diámetro, se alzaban como testigos de la explotación de las minas de Vilaoudriz y Boulloso en las cercanías de la comarca.
La función de estos hornos era someter el mineral de hierro a un proceso de calcinación, que implicaba calentar el mineral a altas temperaturas para eliminar los residuos fosfóricos, que luego se utilizaban como abono. El hierro resultante se transportaba directamente por tren hasta el puerto de Ribadeo, desde donde se exportaba a distintos países europeos.
Esta actividad minera impulsó significativamente la economía local, generando empleo, desarrollando infraestructuras y atrayendo población. No obstante, la explotación minera cesó en la década de 1950 debido a la escasa rentabilidad del mineral y la competencia de otros yacimientos. El ferrocarril dejó de funcionar en 1969, y los hornos quedaron en el olvido.
Hoy en día, los Fornos da Pontenova han sido restaurados y convertidos en un monumento, un recordatorio del patrimonio industrial de la región. La plaza que alberga los hornos se ha transformado en una zona recreativa y mirador, desde donde se disfruta de vistas panorámicas del valle del río Eo y las montañas que albergaban las minas.
Además, se ha creado una ruta de senderismo que sigue el antiguo trazado del ferrocarril y los vagones, permitiendo explorar los túneles y las minas a cielo abierto. Esta ruta brinda la oportunidad de sumergirse en el pasado industrial de la comarca mientras se disfruta de la belleza natural y la deliciosa gastronomía local.