Enclavada en Guntimil, parroquia del concello de Xinzo, la iglesia de San Xoán es un testimonio de la arquitectura medieval, a pesar de las múltiples reformas que ha experimentado a lo largo de los años. Aunque la estructura ha sido considerablemente renovada, aún conserva valiosos elementos románicos que evocan su pasado románico.
Reminiscencias de su fábrica medieval
Aunque las renovaciones han dejado escasos rastros de la construcción original, se estima que la iglesia de San Xoán probablemente se erigió en las primeras décadas del siglo XIII. Los limitados restos románicos constituyen un enigma histórico, permitiendo solo aproximaciones a su cronología.
La fachada occidental, centrada en una portada románica, revela un arco de medio punto, aunque con una arquivolta modernizada. Columnas lisas con capiteles ornamentados con motivos vegetales -aunque en mal estado de conservación- enmarcan la entrada. El tímpano exhibe una cruz patada en un círculo, cuyos brazos están meticulosamente tallados.
El muro norte presenta una fábrica original con un diseño liso y una cornisa adornada con canecillos que muestran motivos geométricos. A pesar de su tosca elaboración, estos elementos reflejan la habilidad artesanal de la época medieval.
El interior, espacioso pero sombrío, se ilumina escasamente a través de estrechas aspilleras en el muro sur. La división entre la nave y el ábside se marca con un arco triunfal, también resultado de las reformas posteriores.