En el municipio de Cerceda se alza la Iglesia de San Román de As Encrobas, una joya del románico rural gallego. Este templo, de sencilla pero elegante estructura, es testigo de siglos de historia y modificaciones que han enriquecido su valor arquitectónico.
Trasladada a finales del siglo pasado
Originalmente construido hacia finales del siglo XII, el edificio ha experimentado múltiples reformas, siendo especialmente relevante la intervención de 1720, encargada por el Conde de Altamira al arquitecto benedictino Fray Francisco Velasco. Durante esta etapa se amplió la nave, se reconstruyeron paredes y se añadieron elementos decorativos.
Más recientemente, en 1996, su traslado permitió realizar nuevas mejoras, como la restauración de los muros y la sustitución de una cubierta de hormigón por una de madera a dos aguas. El motivo del traslado fue la ampliación de la mina de Limeisa.
El templo destaca por su estructura típica del románico gallego: nave y ábside de planta rectangular, arcos apuntados y contrafuertes. Su fachada occidental, con un sencillo rosetón y una portada de arquivoltas decoradas, conserva restos originales que nos transportan al pasado. Además, sus capiteles tallados y los canecillos del tejado ofrecen una muestra del arte medieval con motivos vegetales y geométricos.