La Iglesia de San Vicente de Elviña es un pequeño tesoro histórico en A Coruña que remonta sus orígenes al siglo XII. Este templo, cargado de historias, combina elementos del románico gallego con restauraciones del siglo XX, que le otorgan un carácter único.
Convivencia entre arquitectura medieval y moderna
La iglesia sufrió un devastador incendio durante la Segunda República, la noche del 9 de diciembre de 1933, perdiendo gran parte de su interior y techumbre. A pesar de este trágico episodio, las sólidas paredes de granito resistieron, permitiendo que el templo fuera restaurado entre 1940 y 1942. Hoy en día, conserva elementos románicos originales junto con intervenciones modernas que le aportan una singular mezcla de estilos.
El templo consta de una nave y un ábside rectangular. La nave, restaurada tras el incendio, está cubierta con una bóveda de la década de los cuarenta, mientras que el ábside mantiene su bóveda de cañón reforzada con arcos fajones. La sacristía, añadida en épocas más recientes, se distingue por su sencilla elegancia y acceso adintelado.
La fachada principal, con una portada abocinada de triple arquivolta y una espadaña de doble tronera, es el punto focal de la iglesia. Este acceso, repleto de elementos románicos, resalta por su sobriedad decorativa y su sólida construcción, a pesar de las intervenciones posteriores.
La decoración exterior de la iglesia es fascinante. Los capiteles románicos, aunque deteriorados, exhiben motivos vegetales y animales, destacando figuras como leones y aves, inspiradas en otros templos de la región. Los canecillos y detalles escultóricos reflejan la habilidad de los artesanos medievales y las influencias de talleres locales y foráneos.