En la aldea de Gándara, dentro del municipio de Zas, se puede visitar la Iglesia de Santa María, un edificio que guarda siglos de historia entre sus muros. Esta pequeña parroquia destaca por su evolución arquitectónica, resultado de constantes reconstrucciones que han transformado su estructura original.
Pocos restos de su arquitectura original
Aunque los primeros registros documentales sobre esta iglesia datan de 1607, gracias a las memorias del cardenal Jerónimo del Hoyo, su origen románico apenas es visible hoy en día. Los siglos XVII y XVIII fueron testigos de una serie de ampliaciones significativas, como la construcción de capillas, la sacristía y un presbiterio reformado. No obstante, los daños sufridos por rayos en 1860 y nuevamente a finales del siglo XIX llevaron a una completa reconstrucción de su fachada.
La iglesia también pasó por importantes intervenciones durante el siglo XX. La más destacada tuvo lugar entre 1930 y 1935, un periodo en el que se renovó el altar mayor y se reestructuró buena parte de la nave, dejando casi irreconocible la planta románica inicial. Actualmente, solo pequeños detalles estructurales y fragmentos reaprovechados permiten adivinar su pasado medieval.
La fachada, reconstruida en estilo ecléctico decimonónico, conserva un diseño pentagonal coronado por una espadaña. Algunos elementos, como la portada de doble arcada, sugieren un posible vínculo con su etapa medieval, aunque la mayoría de los sillares visibles pertenecen a épocas mucho más recientes.