A las afueras de Melide, puedes visitar la Iglesia de Santa María, un auténtico emblema del románico gallego. Este templo se encuentra en un punto estratégico del Camino de Santiago, donde confluyen el Camino Francés y el Camino Primitivo, convirtiéndose en parada obligada para peregrinos y amantes de la historia.
Elementos distintivos
Esta iglesia de Melide fue construida a finales del siglo XII y está catalogada como Monumento Nacional por su historia y riqueza artística y arquitectónica.
Construida con granito perfectamente trabajado, la iglesia conserva gran parte de su esencia original, aunque algunos elementos, como los canecillos de la cornisa, han desaparecido. Su arquitectura sencilla y armoniosa cuenta con una nave rectangular, un ábside semicircular elegante y una cabecera orientada hacia el este, en consonancia con la tradición románica.
En el exterior destacan dos portadas: la meridional, más discreta, con tímpano liso y decoración geométrica, y la occidental, más elaborada, con capiteles esculpidos que narran historias simbólicas.
Dentro del templo, el arco triunfal y su capitel tallado sorprenden al visitante, mientras que las pinturas murales del ábside, del siglo XVI, representan la Trinidad rodeada de apóstoles y ángeles. Además, el altar románico y una reja de hierro forjado ,única en el románico gallego, son piezas de gran valor.