Conventos y MonasteriosLa Iglesia de Santa María de Ferreira de Pallarés es un tesoro arquitectónico y artístico imprescindible para los aficionados al arte y la historia. Está ubicado en el concello de Guntín, provincia de Lugo.
Un monasterio del siglo X
La Iglesia de Santa María de Ferreira de Pallarés es una joya arquitectónica e histórica que fusiona belleza estética y relevancia cultural, representando la grandeza medieval y ofreciendo un viaje en el tiempo a través de sus obras de arte y su estructura arquitectónica única. Este templo, parte de un antiguo monasterio fundado en el año 909, es un monumento emblemático que refleja la grandeza medieval y alberga obras de arte significativas.
El monasterio, fundado por los condes D. Ero y Doña Elvira, gozó de renombre y riqueza, recibiendo donaciones reales y nobiliarias. Vinculado a Lugo, Oviedo y Samos, su esplendor se vio menguado con la desamortización del siglo XIX, quedando solo la iglesia como parroquia.
Románico tardío
La construcción de la iglesia es románica tardía con influencias góticas se despliega en una planta rectangular, una sola nave de cuatro tramos y un ábside semicircular. La cubierta de la nave, de madera a dos aguas, contrasta con la bóveda de cañón del ábside. El arco triunfal ligeramente apuntado separa ambos espacios, sostenido por columnas con capiteles vegetales. La fachada exhibe un imponente torreón campanario de estilo barroco y una portada decorada con arco de medio punto y tres arquivoltas geométricas y vegetales.
El interior resguarda piezas de gran valor, como la escultura policromada del siglo XIII de la Virgen con el Niño, presidiendo el altar mayor. Es una de las más antiguas de Galicia. Se cree que fue traída desde el monasterio de Samos por los monjes que se refugiaron en Ferreira de Pallarés durante la invasión musulmana.
Una reja del siglo XVIII, proveniente del monasterio de Samos, y fragmentos de pinturas murales del siglo XVI atribuidas al Maestro de Paderne son otros tesoros destacados. La capilla adyacente al altar, hoy sacristía, exhibe los sepulcros de los Condes de Taboada del siglo XV, con sus escudos y figuras yacentes. Sus figuras yacentes están talladas en piedra y representan a los condes con sus vestidos y sus escudos. Uno de ellos tiene la fecha de 1422, que corresponde al año de la muerte del Conde D. Pedro de Taboada. Los condes de Taboada fueron unos de los principales benefactores del monasterio, y se les atribuye la construcción de la torre campanario y la portada de la iglesia.
El claustro renacentista, restaurado en el siglo XX, resguarda el sepulcro del Conde Munio Peláez del siglo XII, con inscripción latina que data su muerte. El Conde Munio Peláez, que murió en el año 1128. Su inscripción latina dice: "Hic requiescit Munio Pelagii, comes de Pallares, qui obiit anno Domini M.C.XXVIII, die XXVII mensis aprilis" (Aquí yace Munio Peláez, conde de Pallarés, que murió en el año del Señor 1128, el día 27 del mes de abril). Según la leyenda, el conde fue un gran guerrero que luchó contra los moros y que fundó el pueblo de Pallarés.
En el exterior, el ábside presenta divisiones por columnas adosadas, una ventana abocinada con arco de medio punto y columnillas. Bajo la ventana, se hallan elementos de dameros y canecillos con figuras humanas y animales.
