En el concello de Palas de Rei, uno de los puntos de paso del Camino francés hacia Santiago, se encuentra la iglesia de San Tirso, un templo con siglos de historia. San Tirso no solo es un lugar de culto, sino también un rincón que invita a la contemplación histórica y artística en el tranquilo, un alto en el camino de muchos peregrinos que combina espiritualidad y belleza arquitectónica.
El románico solo presente en la portada principal
Esta iglesia aparece ya mencionada por primera vez en un documento del año 873, lo que indica que en su ubicación ya existía una construcción eclesiástica anterior a la actual. La iglesia que hoy podemos visitar fue reconstruida en el siglo XX, adoptando una planta de cruz griega, y se le añadió una torre en 1995. Sin embargo, su pasado románico sigue presente en su majestuosa portada principal, la única parte original que permanece en pie desde finales del siglo XII.
La portada destaca por su elaborada decoración. Los capiteles, adornados con hojas lanceoladas que parecen envolver pequeñas esferas, son un testimonio del arte románico de la época. También sobresale la chambrana de billetes en damero que enmarca la arcada, apoyada en columnas lisas de granito, algunas originales y otras reconstruidas. Este contraste entre lo antiguo y lo restaurado añade un encanto singular al templo.