La Iglesia de Vila do Medio se llama así por el nombre del barrio de Burela en el que está situada. Este es un templo que antaño fue la iglesia parroquial de Santa María y que hoy no es ya lugar de culto habitual.
La primera iglesia de Burela
La iglesia de Vila do Medio, antes Iglesia parroquial de Santa María de Burela, fue el primer templo religioso del municipio. En él se impartió culto hasta el año 1962, momento donde la actividad religiosa se desplazó hasta la actual iglesia de Santa maría toda vez que este templo más moderno terminó de construirse. El motivo del cambio fue la busca de unas instalaciones más acordes a las dimensiones de Burela. El templo moderno es más grande, más acorde a las nuevas necesidades y está en una localización mucho más céntrica tras el crecimiento de la villa burelense.
Origen incierto
El origen del templo no se puede precisar con exactitud, aunque existen referencias de que en la zona existió un lugar de culto desde el siglo X. El templo actual es de origen tardomedieval y puede estar vinculado al sepulcro de Pedro de Bolaño del siglo XVI.
Ya a comienzos del XVIII se empiezan a suceder las actuaciones en la iglesia con el fin de ampliarla con una segunda nave lateral, el presbiterio, la sacristía y la conocida como capilla del Carmen. De esta época son también la actual fachada principal y el campanario.
Tras el cesa de la actividad religiosa en el lugar la iglesia entró en una fase de abandono a la que no se le puso final hasta que en la década de los 90 se procede a actuar en ella para restaurarla.
Las pinturas murales
Lo más destacado de la Iglesia de Vila do Medio en Burela son las pinturas murales que se encuentran en su interior, unas obras de arte que están datadas entre los siglos XVI y XVII pero que curiosamente no fueron descubiertas hasta 1973. El motivo de este ocultamiento fue al proceso habitual por el que pasaron en el pasado muchas iglesias en Galicia al blanquear sus paredes con cal por motivos sanitarios. El deterioro de este blanqueado fue el que hizo posible la exposición de los murales.
Todas las pinturas son de motivos religiosos en los que se puede ver escenas de la flagelación de Jesús, las Santa Mujeres en el Sepulcro, Jesús en el monte de los Olivos o la imagen de Jesucristo rodeado de soldados tras su prendimiento. Se cree que en el templo podría haber muchos más murales que fueron destruidos en los procesos de ampliación y que se encontraban en el espacio que hoy ocupan los dos arcos de medio punto de la actual iglesia.