La Isla de Toralla es una pequeña isla de acceso privado que se encuentra en la ciudad de Vigo, próxima a la playa de O Vao. Con un skyline inconfundible debido al alto edificio que llama la atención en la zona, es uno de los lugares más significativos de la costa viguesa.
Una isla privada
La isla de Toralla es de propiedad privada y solo las personas que residen en los edificios que se encuentran en ella tienen acceso a la isla. Las dimensiones del islote son de poco más de 10 hectáreas y media y el acceso se puede hacer únicamente por tierra a través de un puente de uno metros que la comunican con la costa. Este puente es desde los años 90 de uso público y es posible el acceso peatonal por él para disfrutar de la playa de la isla, aunque no se resida en ella.
Poco más de un centenar de personas residen en la isla, la mayoría en la alta torre que se ve desde varios los puntos de la costa de la ría de Vigo, con 20 pisos y una altura de unos 70 metros. A mayores encontramos, en el otro extremo del islote, una urbanización con varios chalets (unos 30 aproximadamente), muchos de ellos con piscina, que completan un paisaje bastante exclusivo en el que residían algunas de las personalidades más importantes de la ciudad olívica. Hoy en día el número de habitantes ha descendido y parte de esta propiedad están en venta.
La historia de la isla
En su origen la Isla de Toralla pertenecía al obispado de Tui. Cuando llegaron las desamortizaciones de la iglesia y los vienes de ésta pasaron a manos privadas, el Marques de Valladares, Francisco Javier Martínez Enríquez, se hizo con su titularidad. Una de sus descendientes la vendió poco después a Enrique Lameiro Sarachaga, ya a finales del siglo XIX.
La propiedad fue cambiando de manos y propietarios en años sucesivos con nombres como Martín Echegaray, José Manuel Kowalski Fernández, Mercedes Peyrona o los hermanos Vázquez Lorenzo como los vinculados a este terreno rodeado por las aguas de la ría de Vigo. Precisamente estos últimos son los que deciden hacer de la isla un lugar urbanizado y proceden a levantar el puente que la comunica con la costa.
La empresa Toralla S.A. (1965) se encarga de levantar la torre con 136 viviendas y adaptar 34 parcelas en el otro extremo como suelo para viviendas unifamiliares. La citada empresa tiene una concesión sobre la isla que no aspira hasta el año 2064.
La naturaleza privada de la propiedad, sumada a la contaminación visual que supone en edificio de tan alto como la torre justo en primera línea de costa ha hecho que la torre estuviese rodeada de polémica desde hace muchos años. En un intento por acercar posturas con la sociedad, los propietarios de la isla cedieron el uso de la torre a la Universidad de Vigo para instalar en lo alto un centro de estudio marítimo.