Situadas frente al puerto de O Portiño, las Islas de San Pedro son un pequeño tesoro natural a apenas un kilómetro de la costa de A Coruña.
Un archipiélago de alto valor
Este archipiélago está compuesto por cuatro islas principales y varios islotes que, alineados de noreste a suroeste, forman un paisaje único. La isla de mayor tamaño no supera las 4 hectáreas y en total todas juntas suman unas 15.
El entorno de las islas forma parte de un espacio paisajístico más amplio, que incluye los montes de San Pedro, Cortigueiro y Bens, transformados en un parque urbano ideal para el ocio y el contacto con la naturaleza. Además de su valor recreativo, esta área se ha convertido en un refugio de biodiversidad, en el que conviven flora y fauna adaptadas a las condiciones del litoral.
Aunque su altura máxima apenas supera los 12 metros en la isla do Pé, estas formaciones graníticas sorprenden por su peculiar geomorfología, testimonio de la actividad tectónica que moldeó la costa gallega.
Las islas destacan también por su riqueza biológica. Entre su vegetación, sobresale la Matricaria maritima, mientras que aves como la gaviota patiamarilla y el cormorán moñudo encuentran en estos islotes un hábitat privilegiado para anidar. En sus aguas es frecuente avistar delfines mulares. En invierno y épocas de migración, el espectáculo ornitológico se enriquece con especies como el ostrero o el vuelvepiedras.
Declaradas provisionalmente como Espacio Natural de Interés Local en 2009, las Islas de San Pedro esperan la aprobación definitiva de su Plan de Conservación. Este tipo de protección permite a los ayuntamientos gestionar el espacio, garantizando su sostenibilidad sin restringir el acceso a los visitantes.