Los espacios verdes son muy importantes en cualquier ciudad, pues actúan como pulmones en contraposición a la contaminación que se produce en suelo urbano por el ajetreo del tráfico rodado. En Vilagarcía de Arousa cuentan con el Jardín Botánico Enrique Valdés Bermejo con una de las zonas de parques y jardines destacadas del municipio para oxigenar la ciudad y ofrecer un espacio verde en el que los amantes de la botánica pueden observar especies de todo el mundo.
El Jardín Botánico Enrique Valdés Bermejo es comúnmente conocido como O Castriño por encontrarse muy próximo al Castro Alobre, los restos de un antiguo castro castrexo que son el germen de la actual ciudad arousana.
Un espacio verde de 12 hectáreas
El jardín botánico Enrique Valdés Bermejo está vinculado a los duques de Terranova, quieres hicieron de su finca el espacio verde que hoy conocemos. Este jardín botánico comenzó a trabajarse a partir de 1930 y ocupa una superficie aproximada de 12.000 metros cuadrados. La composición de la zona verde y todas las especies arbóreas que allí crecen se completa con un pequeño riachuelo, unos bancos para el descanso, un molino de viento y una escalinata de piedra.
Para dar a luz a un jardín botánico de relevancia se trajeron numerosas especies de todo el mundo y que llegaron a Vilagarcía de Arousa a través de su puerto. Parte de estas especies hoy plantadas en O Castriño están catalogadas como especies únicas por parte del Centro de Investigaciones Forestales de Lourizán.
El homenaje a un ilustre arousano de adopción
Aunque el parque poco tiene que ver con él y todavía mucha gente lo conoce como O Castriño, el pueblo de Vilagarcía de Arousa quiso darle el nombre a este lugar de uno de sus ilustres vecinos, el farmacéutico Enrique Valdés Bermejo. Se trata de un asturiano que llegó a la capital de O Salnés en el año 1981 y que estableció allí su farmacia familiar. En la ciudad permaneció durante casi 20 años hasta fallecer en 1999.
La relación de Valdés Bermejo con el mundo de la botánica era estrecha y guardaba también una estrecha relación con el propio Jardín Botánico de Madrid, uno de los más importantes de España. Este investigador publicó un buen volumen de libros y trabajos científicos y sus viajes científicos y expediciones fueron cuantiosos por toda Galicia y España. En la ciudad de Vilagarcía se encargó de fundar y presidir la Agrupación Micológica A Cantarela.