El Monte Lobeira es una montaña que se encuentra situada en el municipio de Vilanova de Arousa y que cuenta con uno de los mejores miradores de la zona arousana desde el que poder contemplar la ría, Vilagarcía y, en días despejados, también la isla de Ons y la sierra del Barbanza.
Un sendero con el premio de las vistas
La zona del Monte Lobeira es una de las más trabajadas por los amantes del senderismo de montaña. Las pistas forestales y caminos que llevan hasta lo alto de la pequeña montaña arousana, de poco menos de 300 metros de altura, son las predilectas de mucha gente con hambre de kilómetros en las botas y que fija como meta final el alto del mirador de Monte Lobeira, en donde las vistas de toda la comarca de O Salnés y de la desembocadura del río Ulla hacen que merezca la pena el camino andado.
El mirador se encuentra situado en un espacio en el que anteriormente estaba un castillo, el Castelo de Monte Lobeira, lugar en el que la reina Doña Urraca residió durante algún tiempo en el que permaneció en las tierras gallegas para su defensa. Precisamente fue la marcha de la monarca la que acabó por suponer el abandono total del castillo, del que hoy apenas quedan restos. Su último propietario fue Mariño de Lobeira, quien acabó por demolerlo.
De ese antiguo Castillo, que acabó siendo devorado en sus restos por las guerras irmandiñas, hoy apenas se aprecian los sillares de las antiguas torres muralla y algunos aljibes que hacían de almacén. La construcción del mirador de la Cruz, en el año 1896, hizo que los restos de la otra torre pasasen a la historia.
A mayores del mirador de la Cruz y precisamente apreciado desde él, podemos encontrar en el Monte Lobeira otro punto estratégico desde el que disfrutar de las vistas. A un kilómetro del mirador alto se encuentra el mirador del Faro das Lúas, cuya altura es de 228 metros y recibe este nombre por la figura de una media luna que tiene en su parte superior.
El monumento del mirador
En lo alto del mirador de la Cruz de Monte Lobeira luce una cruz de grandes dimensiones. Esta cruz es un homenaje a todas las víctimas del mar en una comarca que tiene en la industria de las bateas, la marisquera y la pescadora a uno de sus principales motores.
Junto a la cruz también se puede apreciar una placa, en este caso de homenaje a los también marineros muertos en el hundimiento del buque escuela Serpent, en el año 1890. El Almiraztango británico quiso recordar a las víctimas con una placa en un lugar simbólico pues, si bien el hundimiento no se produjo en aguas arousanas, sí que la armada británica acostumbraba a amarrar muchas veces por la zona y tenía mucha vinculación con el puerto de Vilagarcía de Arousa. La propia placa fue colocada pocos años después del naufragio en el que perdieron la vida más de 170 personas.