El paseo marítimo de Moaña puede presumir orgulloso de albergar el primer monumento de todo el viejo continente que hace homenaje a todos los animales que han sido abandonados por sus dueños.
Desde el 2010
El Monumento a los animales abandonados es una escultura de piedra que representa a un perro con la cabeza agachada y un gato entre sus piernas. Esta estatua fue promovida por una mujer, Lela Soage, quien dedicó toda su vida a luchar por ayudar a los animales sin hogar y por la Asociación Protectora de Animales del Morrazo.
Es un homenaje que desde el 2010 el pueblo de Moaña hace no solo a los animales que lamentablemente se han abonado y se siguen abandonando hoy en día, sino también a las personas y asociaciones que acogen a estos animales abandonados y también a todos aquellos que respetan y promulgan los derechos de los animales.