En el pequeño y acogedor municipio de Carral, situado a unos 20 kilómetros de A Coruña, se encuentra un monumento que guarda una historia de lucha y sacrificio: el Monumento a Os Mártires de Carral.
Héroes de la Revolución Galega
Este símbolo, levantado en 1904, rinde homenaje a los doce militares que, el 26 de abril de 1846, fueron ejecutados por sublevarse contra el gobierno del general Narváez. Su rebelión, conocida como la Revolución Galega de 1846, buscaba más libertades y un trato digno para Galicia, enfrentándose a un régimen autoritario que asfixiaba la autonomía de la región.
El levantamiento fue liderado por el coronel Miguel Solís, quien junto a sus compañeros, intentó instaurar una Galicia más justa, libre de las imposiciones del gobierno central. Sin embargo, tras su derrota en la batalla de Cacheiras, Solís y los oficiales que lo acompañaron fueron sometidos a un juicio sumarísimo en Carral. La ejecución se llevó a cabo de manera inmediata, dejando tras de sí una huella imborrable en la memoria histórica de la comunidad.
El monumento que conmemora este sacrificio está diseñado como una cruz, elaborada con granito de las canteras de Barro. En su base, una inscripción recuerda su legado: Mártires da liberdade. Mortos o 26 de abril de 1846. Además de ser un homenaje a los caídos, el lugar es un recordatorio constante de la importancia de defender los ideales de justicia y libertad.