Ubicado en el corazón del Parque de la Palma, en Baiona, y a los pies de la muralla del Castillo de Monterreal se encuentra el conocido Monumento Encuentro entre dos Mundos. Se trata de una escultura que trata de homenajear el descubrimiento del nuevo mundo, muy relacionado con la villa de Baiona al ser éste el punto de llegada de la Carabela Pinta a su regreso del descubrimiento.
El Monumento Encontro entre dos Mundos fue inaugurado en el año 1993, cuando se cumplía el quinto centenario de la llegada de la Pinta al puerto de Baiona. Se trata de una escultura hecha en piedra, concretamente en granito, y es obra del escultor gallego Magín Picallo. Se encuentra en un lugar estratégico de la ciudad desde el cual se puede vislumbrar de forma panorámica la mayoría de los atractivos turísticos de esta importante villa turística de las Rías Baixas. A saber: puerto deportivo, playas urbanas, réplica de la Pinta y Fortaleza de Monterreal.
La estatua está compuesta por cinco partes diferenciadas con su simbología particular. Una representa Galicia, otra representa América, otra representa a los emigrantes y la última representa a los retornados. En medio está la bola del mundo. Y es que la conexión Galicia-América es muy fuerte más allá de los detalles que conciernen al descubrimiento del nuevo mundo, ya que esta tierra ha sido punto principal de emigración a mediados del siglo pasado por un buen número de gallegos que escaparon de la guerra y el hambre con el propósito de buscar riquezas y prosperidad al otro lado del atlántico.
El autor, Magín Picallo, no solo quiso hacer referencia al descubrimiento, sino también acordarse de todos los compatriotas que se fueron a hacer las américas y también de todos los que han querido regresar de vuelta a Galicia después de conseguir sus objetivos como emigrantes.
Una esfera con historia
La esfera central que representa el globo terráqueo no está exenta de simbología. En el interior del globo terráqueo se encuentran alojadas muestras de tierra que fueron traídas desde los 22 países iberoamericanos y que los embajadores de cada uno de estos países introdujeron en el interior de la escultura en el día en el que fue inaugurada en 1993.
A la inauguración de la estatua, y así reza la placa que luce a sus pies, acudió el entonces Príncipe de Asturias, y hoy rey de España, Felipe de Borbón.