A tan solo unos kilómetros del centro de Ourense, en la parroquia de Vilar de Astrés, se encuentra un lugar de gran valor arqueológico e histórico: la Necrópolis de San Mamede. Se trata de uno de esos rincones históricos que, a pesar de su importancia, permanece en gran parte olvidado y cubierto por la vegetación.
Tumbas excavadas en la roca
Este conjunto funerario de tumbas antropomorfas, excavadas directamente en la roca, es un testimonio silencioso de la Galicia altomedieval, con una datación que ronda el siglo XII. Las sepulturas, que siguen la típica orientación cristiana con los pies al este y la cabeza al oeste, están en excelente estado de conservación, a pesar del desgaste superficial que presenta la roca.
Este pequeño cementerio está agrupado y se cree que en el pasado formó parte de un espacio religioso más amplio. Al norte de las sepulturas, una roca presenta varios encajes que, según los expertos, podrían haber sido utilizados para sostener vigas de algún edificio, posiblemente una pequeña iglesia o capilla.
Una de las características más llamativas de estas tumbas es su detalle arquitectónico. Los encajes que permiten ajustar las tapas de piedra de unos 8 cm de profundidad, aún visibles, son prueba de la precisión con la que fueron talladas. Dos de las tumbas presentan un borde perimetral elevado, probablemente diseñado para evitar que el agua se filtrara en el interior. Aunque algunas de las tapas originales se encuentran hoy en el Museo Arqueológico de Ourense, la necrópolis sigue conservando su esencia, integrada en el entorno natural.